En estos tiempos cuando vivimos con todo tipo de estrés, unas vacaciones playeras que a la vez ofrecen diversiones variadas resultan atractivas a muchos. Un destino popular, no solamente por sus litorales sino también por sus atracciones históricas y naturales es Fort Myers y sus islitas vecinas de Sanibel y Captiva en la costa oeste de la Florida.
¿Cuáles son las mejores playas de la Florida –las de la costa este en el Atlántico o las de la costa oeste en el cálido Golfo de México? Más de un viajero se hace esa pregunta al llegar a la Florida y muchos floridanos también tienen la misma curiosidad. Mi respuesta a ellos es que aunque las playas de la costa este son más famosas –por los litorales de las conocidas mecas del turismo como Miami y Fort Lauderdale—las de la costa oeste no tienen nada que envidiarles a ellas.
Las playas de Fort Myers, que se extienden por unas 50 millas con arenas finas como el polvo facial, ubicadas por el sudoeste de la Florida en el Golfo de México, por ejemplo, son idílicas, con aguas más cálidas y con abundante vida marina –con frecuencia se ven delfines nadando y brincando cerca de la orilla. También las playas de la costa oeste cuentan con los “adornos” de bellos “collares” de caracoles sobre todo en las islitas de Sanibel y Captiva, vecinas de Fort Myers.
Se han identificado más de 400 variedades de caracoles en las arenas blancas y finas de Sanibel y Captiva que atraen a coleccionistas de todo el mundo. Las horas del cambio de la marea son las mejores para coleccionar y a veces hay que tener “paciencia, paciencia, paciencia, eso es lo que nos enseña el mar”, como dijo Anne Morrow Lindbergh, autora de Gift from the Sea (Regalo del Mar), libro inspirado en sus viajes a la región—pero todo el que sí tiene paciencia, casi siempre sale recompensado con lindos tesoros del mar.
A veces yo me he topado con viajeros que vienen del norte de los Estados Unidos a pasar unas vacaciones en Sanibel y algunos me cuentan que han traído una bolsa o una maleta vacía para poder llevarse los caracoles que encuentran aquí.
Después de disfrutar de las playas y coleccionar caracoles, hay varios puntos de interés para visitar en Fort Myers y sus alrededores. Manejando por el Bulevar McGregor en Fort Myers, por ejemplo, al visitante le parece no estar ya más en la Florida, sino en una isla tropical del Caribe. Por 15 millas, este bulevar está adornado en ambos lados con bellas palmas reales, las primeras 200 de ellas traídas a Fort Myers directamente de Cuba, nada más y nada menos que por el inventor famoso, Tomás Edison.
Para muchos visitantes, esta fascinante vista ya de por sí es razón suficiente para viajar a Fort Myers, la cariñosamente llamada “Ciudad de las Palmas”, pero hay otras razones más. Estas incluyen el interés histórico de la residencia de Tomás Edison, quien se pasaba los inviernos aquí.
La casa, que se construyó en 1886 y que está listada en el Registro Nacional de Lugares Históricos, y el laboratorio de Edison (se han mantenido exactamente como él los dejó) son muy interesantes: llenos de recuerdos del inventor incluyendo mobiliario original en la casa y equipo original en el laboratorio. También de gran interés son los jardines de la residencia donde, entre otras plantas y árboles, se puede admirar un gigantesco baniano con una circunferencia de 400 pies que fue regalo del industrial Harvey Firestone (el de las gomas del mismo nombre). Los jardines están llenos de plantas exóticas que Edison usaba en sus experimentos. En la casa de Henry Ford, los visitantes pueden ver varios autos Ford antiguos, naturalmente.
Puntos de interés en Sanibel incluyen la reserva natural de 6,000 acres de extensión, J. N. “Ding” Darling National Wildlife Refuge, hogar de muchas especies de aves exóticas y plantas. Para mayor información, visite www.fortmyers-sanibel.com.