Se describen a sí mismos como una voz confiable y no partisana. Su nuevo nombre es Unidos US, aunque antiguamente se le conocía como Southwest Council of La Raza (SWCLR, 1968) y luego como National Council of La Raza (NCLR, 1972). Esta organización sin fines de lucro agrupa el mayor número de hispanos en Estados Unidos. Su misión es servir a la comunidad hispana a través de investigación, análisis político y esfuerzos de apoyo a nivel estatal y nacional. Para hacerlo, goza de más de 300 afiliados que tocan la vida de millones de nosotros.
Hace unos días, Unidos US estuvo en San Diego (California), ya que cada año celebra una convención a la cual asisten líderes comunitarios, directores de agencias dedicadas a servir a nuestra gente, educadores y todo miembro de La Raza que quiera inspirarse, enterase, educarse sobre los avances, problemáticas y posibles soluciones a nuestra realidad en este país.
He participado en más de una cumbre o conferencia nacional: The Human Rights Campaing, The National Center for Families Learning, NALEO, entre otras. De ahí que pueda diferenciar entre las buenas y las malas. Unidos US no está entre las primeras, y no solo por la ruda manera de excluir de una plenaria desbordada a muchos participantes que pagaron para estar «unidos» y terminaron excluidos en un pasillo; sino también por el patético menú ideológico, servido de forma tan radicalmente unilateral que producía acidez estomacal.
Para ilustrarles, comparto el comentario de Alicia, una nubian queen sentada a mi lado durante uno de los discursos emitidos por el liderazgo: «Esta conferencia la ha secuestrado el Partido Demócrata, y ustedes ni siquiera se dan cuenta o lo cuestionan».
En un artículo producido por Learning to give, el mundo filantrópico aplaude la importancia del compromiso no partidista de NCLR: «Two decisions were made early on in NCLR that proved very influential and continued to guide the organization. First, NCLR made a commitment, as an organization to nonpartisanship. This has allowed the organization to represent Hispanics more effectively by serving constituencies across the political spectrum».
Para aquellos que, como yo, pensaron en asistir a un evento donde se rompieran las cámaras de eco en la cual nos vienen encerrando hace tiempo, Unidos US resultó ser otro desencanto monumental, como lo demostrara su gran evento de clausura, que consistió en un fórum de candidatos donde estaban representados única y exclusivamente los demócratas. ¿Desde cuando eso es «no partidismo»?
Irrespetar la esencia de un movimiento y prostituir su misión, vendiéndosela al mejor postor, ¡es una vergüenza! El pensamiento crítico se enseña en las escuelas para que aprendamos a pensar por nosotros mismos. Es hora de empezar a preguntarse, ¿a quiénes le estamos dando el derecho de guiarnos, de agruparnos, de representarnos?