(San Juan, P.R.) El presidente Donald Trump firmó ayer la declaración de desastre mayor para los pueblos afectados por el terremoto del 7 de enero. Los pueblos que se beneficiarán con la declaración presidencial son: Guánica, Guayanilla, Ponce, Peñuelas, Yauco y Utuado.
Otros pueblos donde han ocurrido daños menores como Lajas, San Germán y Orocovis no fueron incluidos en el pedido gubernamental.
La declaración proveerá subvenciones para el pago de vivienda temporera hasta un máximo de tres meses para los dueños de las viviendas y hasta un mes para inquilinos. En casos específicos se podrían otorgar extensiones.
Los dueños de las residencias afectadas en los seis municipios cobijados por la declaración podrán solicitar ayudas para la reparación de las propiedades. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) provee el 75 por ciento de los costos permitidos y el estado cubre el restante 25 por ciento.
La medida federal permite además que los propietarios de los comercios afectados puedan pedir ayudas para recuperarse de las perdidas acaecidas tras el sismo y sus réplicas.
Los afectados pueden iniciar el proceso para llenar las solicitudes a través de www.DisasterAssistance.gov/es. o por vía telefónica llamando al 1-800-621-3362.
El principal problema que encaran los afectados para obtener la asistencia federal es la carencia de títulos de propiedad. Debido a los altos costos del terreno, en la Isla se han generalizado las construcciones en predios donados por familiares en fincas cuyos dueños originales fallecieron y que nunca han sido segregadas. También es una práctica común las construcciones sin los debidos permisos
“Nos alegramos mucho de la noticia, pero la realidad es que en el pasado FEMA no ha sido muy sensitiva a la realidad de los puertorriqueños”, expresó Joaquín Zapata de Guánica. “Muchos de los damnificados no tienen título de propiedad, uno de los requisitos para pedir las ayudas”.
El área suroeste continúa siendo afectados por remezones constantes. La mayoría de los epicentros continúan ocurriendo en el municipio de Guánica, pero se han registrado temblores localizados en Lajas, Yauco, Peñuelas y Guayanilla.
La región suroeste cuanta con una alta concentración de adultos mayores. Está considerada como una de las más pobres del país y tiene un desempleo que excede el 25 por ciento.
“Tenemos las mejores playas de Puerto Rico, contamos con hermosos parajes, montañas con vegetaciones exuberantes, construcciones centenarias y excelentes facilidades hoteleras”, dijo Pedro Jusino, director de Turismo, Arte y Cultura del Municipio de Lajas. “Los temblores ocurrieron en la temporada alta del turismo en la región, ha habido daños cuantiosos, pero la infraestructura hotelera, los restaurantes y la mayor parte de los atractivos turísticos han resistido el embate de la naturaleza”.
“Los temblores han afectado la economía, pero nos levantaremos”, aseguró el empresario Jonathan Ruiz que tiene restaurantes en La Parguera, Cabo Rojo y Mayagüez. “Somos gente de trabajo comprometidos con la región y Puerto Rico”.
A pesar del desasosiego causado por los constantes sismos, los damnificados no desean mudarse de los pueblos donde han vivido toda su vida.
“Me han ofrecido irme, pero aquí tengo mis raíces y crie mis hijos”, expresó Antonia Pérez de Guánica. “No es fácil vivir con miedo. Tiembla todo el tiempo. No tengo fuerzas para comenzar en otro lado y aquí están mis familiares y conocidos”.
“Los encamados y enfermos deben ser trasladados, esto no es seguro, pero yo me quedo para reconstruir Guayanilla”, afirmó Juan Ramos. “Este es mi pueblo. Mis bisabuelos se quedaron aquí luego del terremoto de 1918 y dicen que tembló por un año, si ellos pudieron, yo también”.
“Nos piden que nos vayamos, ¿a dónde? ¿a vivir en tiendas de campaña con aire acondicionado?”, cuestiona Jorge Vázquez de Yauco. “Aquí nos conocemos y nos ayudamos. Tenemos el corazón en la boca todo el tiempo, pero ya nos acostumbraremos”.
“Solo necesitamos un empujón para salir adelante y reconstruir el municipio y la región”, aseguró Luis Martínez de Guánica. “No pedimos mucho, solo lo básico, las ganas y el trabajo lo ponemos nosotros”.
“Existe el temor de un terremoto de mayor intensidad”, indicó María Soto de Ponce. “Tememos mas no somos cobardes. Estamos listos para seguir adelante, siempre adelante”.