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SUEÑO DE INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA SE DESVANECE

Luego de que el Pleno de la Asamblea Nacional aprobara con 79 votos afirmativos la Denuncia del Tratado Constitutivo de la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR), se concretó la salida de Ecuador de este organismo regional.

Actualmente, siete de 12 países que conformaban el organismo lo abandonaron. Se mantienen  Venezuela, Bolivia, Uruguay, Guyana y Suriman. Prácticamente, se han separado los países liderados por gobiernos de derecha como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Paraguay y Ecuador en trámite. Es decir se privilegia la idea de unirse por razones ideológicas y no por objetivos regionales que mejore la situación económica y social de sus habitantes.

A decir de los mentores, este espacio fue el primero que se dio entre los países suramericanos, su principal objetivo fue “ser un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre los pueblos, otorgando  prioridad al diálogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la infraestructura, el financiamiento,   el medio ambiente, con miras a eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y la participación ciudadana, fortalecer la democracia y reducir las asimetrías en el marco de la soberanía e independencia de los Estados”.

Amerita recordar que durante la presidencia pro témpore de Ecuador, que entonces era liderada por Rafael Correa Delgado, el organismo suscribió  la Declaración de Bariloche- Argentina, el 28 de agosto de 2009, declarándole a la región como Zona de Paz Suramericana, reafirmando que la presencia de las fuerzas militares extranjeras no pueden, con sus recursos amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana.

REACCIONES

Ante el anuncio de esta medida tomada por los parlamentarios ecuatorianos, no se hicieron esperar las reacciones. La parlamentaria andina, Mireya Cárdenas manifestó “La integración no es una cuestión ideológica, sino estratégica para avanzar hacia el desarrollo de los pueblos. Duele profundamente ver cómo Ecuador se convierte en cómplice de la destrucción de UNASUR, el bloque de integración regional más importante en los últimos años”.

El periodista Leonardo Parrini señaló “Hoy Unasur agoniza en el lecho de la desintegración regional, marcada por las diferencias más que por los comunes denominadores, lo que indica que la integración ha estado al vaivén de la correlación de fuerzas políticas continentales, cuya voluntad de acción gira como veleta de izquierda a derecha”.

El ex canciller ecuatoriano, Guillaume Long expresó a un medio internacional “La salida de Unasur beneficia al gran capital y EEUU, perjudicando a los países suramericanos. Cuando los países están divididos, los que quieren perjudicar los derechos de nuestra gente y los recursos naturales de nuestros países pueden operar libremente”.

El mandatario ecuatoriano, Lenin Moreno Garcés, en su afán de justificar la salida de Ecuador de Unasur declaró el pasado 14 de marzo que “por caprichos de algunos mandatarios irresponsables, Unasur se transformó en una plataforma política que destruyó el sueño de integración que nos vendieron”.

Cabe recordar que América del Sur cuenta con una superficie de 17.6 millones de kilómetros cuadrados, 377 millones de habitantes, un producto interno bruto de 1.5 millones de dólares, exporta 190 millones de dólares.

Kintto Lucas, periodista y analista internacional nos brinda sus criterios respecto a lo determinado por la Asamblea Nacional.

–  La Asamblea Nacional aprobó que Ecuador deje la Unasur, con 79 votos afirmativos. ¿Cuál es tu lectura de esta decisión?

Es lamentable porque UNASUR es uno de los procesos integradores más importantes que se han dado en América Latina. Proceso que surgió desde la misma América Latina, no por una imposición desde afuera, como la Organización de Estados Americanos (OEA), que fue resultado de una imposición desde los Estados Unidos. Surgió desde la propia América del Sur.

Tenía muchas coincidencias importantes, un territorio que podía dar la posibilidad de estar mayormente integrado, a nivel de infraestructura, a nivel cultural, a nivel idiomático incluso. Había muchas cosas que le hacían a UNASUR tener muchas facilidades para consolidar una integración distinta, no como algunos procesos que se llaman integradores pero son meros acuerdos de libre comercio sub regionales para favoreces algunos grupos.

Además, en el tiempo que se fue consolidando, UNASUR tuvo acciones políticas muy importantes: parar intentos de golpes de estado en distintos países, fomentar el diálogo entre países que estaban enemistados como Bolivia y Chile o Colombia y Venezuela, por ejemplo. Había una clara mirada estratégica de que para consolidar cualquier proceso integrador no se puede excluir a nadie,  hay que respetar los gobiernos con distinta visión política. La mayoría eran progresistas o de izquierda y podrían haber presionado desde su hegemonía pero nunca lo hicieron.

Cuando se dio el diálogo entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe  (Venezuela y Colombia), nadie presionó a Uribe para que aceptar tal u otra cosa. Se trató de ser imparciales desde la Presidencia ProTémpore y desde la Secretaría General. UNASUR  no era un club de amigos como el grupo de Lima o esa entelequia llamada Prosur.

Su existencia fue aprobada por parlamentos de gobiernos que no eran progresistas. El gobierno chileno del derechista  Sebastián Piñera  apoyó a UNASUR, ahora está en su contra. Esto demuestra que esos gobiernos actuaron con hipocresía, el Congreso de Chile durante el gobierno de Piñera ratificó el Tratado y Piñera lo apoyó. Ellos sabían que UNASUR no iba contra ellos, que era un proceso integrador con sus diferencias. Aceptaron  esas diferencias, sus diversidades pero con unidad.  Ellos sabían que era necesario UNASUR  porque era una fortaleza en el mundo de bloques que estaba surgiendo.  Pero hoy, dentro de este mundo de bloques, en lugar de fortalecer un bloque suramericanos se alinean con Estados Unidos de forma sumisa.

– ¿Cuál es el siguiente paso que Ecuador debe seguir en este proceso de dejar este organismo regional?

Una vez aceptada la denuncia en la Asamblea, el gobierno ecuatoriano liderado por Lenin Moreno tiene la potestad de  denunciar el Convenio, este trámite dura unos seis meses para que se haga efectivo.

– Los  79 asambleístas que se pronunciaron a favor de dejar este organismo coincidieron en señalar que el éste  estaba  en acefalía desde hace muchos años, que hubo cooptación ideológica de los gobiernos de  entonces, la existencia de una pesada burocracia y  pocos beneficios para  la ciudadanía sudamericana.

UNASUR tuvo problemas en el reglamento porque todo se tenía que resolver por unanimidad, eso llevaba a que se demoraran un poco más en tomar determinadas decisiones, pero la realidad es que no tenía ningún peso ideológico porque finalmente todos decidían dentro de UNASUR.

Pero más allá de la unanimidad, hubo errores porque no se logró consolidar otra estructura en la  Secretaría General. Faltó una visión de fondo en ese sentido. Se priorizó la sede o buscar algún ex presidente como Secretario General, pensando que eso daría fuerza institucional y eso era superficial no lo de fondo, que era consolidar la estructura institucional. Los gobiernos progresistas, que eran mayoría, podrían haber fortalecido la Secretaría. Por ejemplo era necesario cambiar la figura del Secretario General dándole más poder de decisión política. Para que esté apoyado políticamente se podrían haber creado embajadas de los distintos países ante la Secretaria General que trabajaran junto al Secretario con el peso de embajadores de estado. Se podría haber creado una Secretaría Ejecutiva que se dedicara expresamente a ejecutar las acciones pero sin ningún peso en decisiones políticas, solo como ejecutor. Eso liberaba al Secretario General. En fin, había varias propuestas en las que yo incluso trabajé antes de renunciar a mi cargo de vicecanciller.

Respecto a la burocracia tampoco es uno de los organismos que tenga más burócratas. La CAN tiene más burocracia que UNASUR, el MERCOSUR, entonces tales declaraciones son una farsa.

Lo que pasa es que aquí hay una posición política de odio contra los gobiernos progresistas, pero sobre todo contra un proceso integrador de nuevo tipo, no subordinado. Quieren sepultar la UNASUR porque hay una imagen simbólica de un nuevo tipo de integración que se consolidó además en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En definitivamente quieren enterrar simbólicamente UNASUR, como hizo la iglesia católica con los templos indígenas, a los que les instalaba una iglesia encima para destruir todo lo simbólico y  la memoria de esos pueblos. Ahora se quiere destruir hasta la memoria de UNASUR.

Estos  gobiernos de derecha podrían haber asumido UNASUR  en vez de inventarse clubes de amigos como PROSUR, pero prefirieron hacer un seguidismo de la política de los Estados Unidos que siempre quiso destruir UNASUR. También es una forma de dar un golpe ejemplarizante para quienes promuevan en el futuro una verdadera integración y decir “ven esto no funcionó y mañana cualquier proceso integrador de verdad que ustedes intenten no les funcionará”.

Esto es lo que se busca ya que hasta la sede tratan de enterrarla. Esto es muy lamentable porque todo lo que se está haciendo va en contra de toda la integración de América Latina.  Esperamos que algún día la integración retome su rumbo porque es la única salida para la proyección política, económica, social y cultural de América Latina en un mundo de bloques.

-Con el cambio de gobiernos en varios países  de la región, en octubre hay elecciones en tres países, podría haber una nueva correlación de fuerzas políticas en Latinoamérica y se podría esperar que la UNASUR no desaparezca.

Podría reconsiderarse el proceso de UNASUR con Argentina y su nueva política internacional.  Cuando hablan de que UNASUR estaba en acefalía, los gobiernos de derecha lo que hicieron es acabarla. Ahora, se podría retomar con algunos países el proceso integrador de UNASUR. Además recordar que el organismo regional tenía consejos que funcionaban bien, como el de Defensa que estaba cambiando la visión de Defensa en América del Sur, dejando la doctrina de seguridad nacional y  las teorías impuestas desde los Estados Unidos con su Escuela de las Américas, el TIAR y otras. Se estaba generando una visión distinta, en las propias fuerzas armadas de los países miembros. Este fue un cambio fundamental  y simbólico por eso también quieren destruir UNASUR. Lo mismo se estaba dando en los consejos de infraestructura, educación, salud; es decir asuntos  importantísimos que se estaban generando desde América del Sur.

Ahora, hay que ver qué pasa con la  sede de la UNASUR que está entregada al organismo. Este edificio está en un terreno de la Prefectura de Pichincha, que donó el terreno para un determinado fin que es la sede de UNASUR.  Si no se cumple como sede de UNASUR, tendría que revertirse a la Prefectura que es la dueña de los terrenos.

– ¿Cuál es el sentir de le gente que se identifica como bolivariana, es decir con el pensamiento de Simón Bolívar que siempre soñó con  la Patria Grande?

Hay una gran decepción porque se puso mucho para que UNASUR se consolide,  durante la presidencia pro témpore de Ecuador por ejemplo hicimos un trabajo excelente en distintas áreas. Nos jugamos el todo por este proyecto. En ese año logramos la ratificación del convenio en los distintos parlamentos. Se hicieron ayudas solidarias a Haití, este país nunca tuvo una ayuda como la que le brindamos, una ayuda desinteresada, nada ideológica, fue una verdadera solidaridad: construcción de viviendas, brigadas médicas, etc. Logramos también la ratificación del Convenio del Banco del Sur, que ahora es una necesidad económica y financiera para América del Sur. Estaba ya la ratificación de los países necesarios pero después no lo pusieron en funcionamiento, no ejecutaron el mandato y ahí hubo un gran error..

De hecho, hubo muchas acciones bien hechas y otras que no se pudieron concretar o que estuvieron mal. Pero teniendo un proceso tan interesante ver que se desmorona, obviamente a mucha gente le da rabia, desilusión y decepción, porque se tenía todo para consolidarlo como proceso integrador de nuevo tipo.

Culpa de los embates previos de los Estados Unidos que siempre trató de liquidar a UNASUR, culpa de los gobiernos de derecha que tratan de hacer un seguidismo político de Estados Unidos. Pero con toda la fuerza que le pusieron todos los gobiernos progresistas, después de la muerte de Hugo Chávez faltó una  mirada estratégica para saber consolidar el organismo regional.

Uruguay, por ejemplo, prefirió poner un secretario general en la OEA que vive manejado por los Estados Unidos, por las políticas estadounidenses en lugar de robustecer UNASUR. Ecuador después de su Presidencia Pró Témpore, puso demasiado énfasis en que el secretario fuera un ex presidente y en la sede, o sea en la formas, más que en lo de fondo. Y otros países apostaron más a lo inmediato, a lo coyuntural.

– Quito al tener la sede la Unasur estaba en la mira de ser considerada como la capital de Sudmérica.

Sí, era una especie de capital de Sudamérica. El problema es que hubo errores en el reglamento de UNASUR y que algunos no lo entendieron. Por ejemplo, la Secretaría General no tenía todas las potestades que debía tener una secretaría general, era más posicionamiento mediático, sin gran peso político. El secretario general estaba por debajo del Consejo de Delegados que era integrado por funcionarios de cuarta de las cancillerías, que no tenían peso para resolver políticamente y apenas podían resolver administrativamente. Faltaba una capacidad ejecutiva. Por otro lado, todas las reuniones de presidentes, cancilleres, y consejos, estaba establecido que se realizaban en el país que ejercía la presidencia pro tempore, no en la Secretaría General. Por lo tanto la Secretaria no cumplía la función que debía. Por eso también era necesario establecer que las reuniones de consejos y presidenciales se realizaran en la Secretaria y que el presidente pro tempore tenga una función más política de acompañamiento al Secretario General.

– ¿Qué pasará con las visas que otorgaba la UNASUR  a miles de ciudadanos sudamericanos?.

Eso sigue vigente. Ecuador al denunciar el tratado dejaría sin efecto ese derecho que tiene porque ya no pertenece a UNASUR. Pero pienso que los otros países que queden en UNASUR no van a ser tan lamentables como el gobierno ecuatoriano y no limitarán ese derecho a los ciudadanos ecuatorianos, que es otro logro de la Unión.

– No ha habido pronunciamiento alguno de Bolivia que es el país que tiene la presidencia pro tempore de UNASUR.

A la hora de esta entrevista todavía no se ha escuchado ningún pronunciamiento. Pero seguramente habrá. En realidad esta decisión ya se venía trabajando. Cuando el gobierno de Ecuador dijo que aceptaba el PROSUR, que es un invento, que no tienen ningún sentido y además fue creado para atacar a Venezuela, este  club de amigos excluye a países que no están de acuerdo con ellos, no sólo Venezuela sino a los que no esté de acuerdo en la exclusión.

Esto ya se veía venir, no creo que le haya causado sorpresa al gobierno de Bolivia, así tuviera la esperanza de que finalmente no se concretara. El proceso estaba dado, no había indicios de que eso podría cambiar, ni indicios de una nueva correlación de fuerzas dentro del parlamento ecuatoriano. Esto demuestra el mal que pueden hacer determinados políticos farsantes como el actual presidente que durante sus seis años de vicepresidente y sus cuatro de embajador en Ginebra, pagado por el Estado ecuatoriano, apoyó UNASUR. O los legisladores del partido de Moreno Alianza País, que también apoyaban UNASUR y ahora están en contra. Esto evidencia  el error de poner a cualquiera en esos cargos, gente que no tiene ningún principio. Ayer votaron a favor de UNASUR y hoy votan en contra.

 

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