El escritor escocés Samuel Smiles considera que la vida tiene un lado sombrío y otro brillante, pero «de nosotros depende elegir el que más nos plazca». Durante una reciente masterclass online sobre el azar, reiteré mi tesis de que la suerte no existe, porque el destino podemos trazarlo en cada una de nuestras decisiones. Por eso es tan determinante el cambio que supone convertirnos en personas optimistas.
El denominado «optimismo disposicional», referido a la creencia de que el futuro nos depara más éxitos que fracasos, ha sido analizado en España por investigadores de la Universidad de Jaén. El estudio observa una correlación positiva entre el optimismo y las estrategias de resolución de problemas para afrontar el estrés.
Una investigación de la Universidad Católica de Colombia constata algo que ya intuíamos: las mujeres tienen una tendencia mayor hacia el optimismo, y los hombres, hacia el pesimismo.
Ahora que empieza un nuevo año, te sugiero algunos tips para trabajar en el crecimiento del optimismo:
- Sé agradecido con los demás, contigo mismo, con la naturaleza y con la vida. Las personas positivas no se centran en los baches del camino.
- No tengas miedo a los cambios. Salir de tu zona de confort te ayuda a encontrar nuevas oportunidades y perspectivas.
- Supera tus límites mentales. Cambia tu lenguaje y convierte «es imposible» en «puedo conseguirlo».
- Vive en el presente, aprende del pasado y prepárate para el futuro.
- Sé sincero contigo mismo y con los demás. No te resistas a la verdad, aunque el camino más sencillo a veces sea una mentira.
- No te compares con nadie. Cada uno se hace a sí mismo. Lo maravilloso del mundo es que está compuesto por millones de personas diferentes. Aprende de cada una e inspira también al resto.
Recuerda las palabras de la escritora Helen Keller: «Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra». Un paso en el camino hacia el optimismo es convertirnos en personas activas, porque el aburrimiento es incompatible con nuestras metas de crecimiento. Podemos hacerlo aprovechando mejor el tiempo libre, o descubriendo la creatividad, la inspiración y la productividad en cada una de las cosas que hacemos.