La rubéola es una enfermedad contagiosa causada por un virus. En algunas personas —especialmente en las mujeres embarazadas y los bebés en gestación— puede ser grave. Asegúrese de que usted y su hijo estén protegidos contra la rubéola al vacunarse según el calendario de vacunación.
En los niños pequeños que contraen la rubéola, la enfermedad suele ser leve, con síntomas que pueden incluir fiebre baja, dolor de garganta y un sarpullido que comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo. En los niños más grandes y los adultos es más probable que provoque dolor de cabeza, conjuntivitis y malestar general antes de que aparezca el sarpullido.
La rubéola es peligrosa para las mujeres embarazadas y los bebés en gestación
La complicación más grave de la rubéola es el daño que puede causar en el bebé en gestación. Si una mujer embarazada no vacunada se infecta con el virus, este puede hacer que ella tenga un aborto espontáneo (pierda el bebé en las primeras 23 semanas del embarazo) o que el bebé muera poco después de nacer. El virus también puede pasar de la madre al bebé en gestación y causar defectos de nacimiento graves en el bebé, como los siguientes:
- problemas cardiacos,
- pérdida de la audición o la visión,
- discapacidad intelectual, y
- daño en el hígado o el bazo.
Los defectos de nacimiento graves son más comunes si la mujer contrae la infección al principio del embarazo, especialmente durante el primer trimestre (las primeras 12 semanas). De hecho, las mujeres que contraen la rubéola al principio del embarazo tienen una probabilidad de 1 en 5 de presentar problemas con el embarazo.
Se debe vacunar a los niños según el calendario de vacunación para protegerlos contra la rubéola y evitar que transmitan el virus a las mujeres embarazadas y los bebés en gestación.
Proteja a sus hijos, y a los demás, con la vacuna contra la rubéola
La mejor manera de proteger a sus hijos contra la rubéola es vacunándolos según el calendario de vacunación.* Se debe vacunar a los niños contra la rubéola para protegerlos contra la infección y para evitar que la transmitan a las mujeres embarazadas y los bebés en gestación, y también a las personas que no se puedan vacunar debido a algún problema de salud o a que todavía son demasiado pequeñas.
La vacuna contra la rubéola generalmente es parte de una vacuna combinada que se llama MMR y que protege contra tres enfermedades (el sarampión, las paperas y la rubéola). La vacuna MMR es segura y eficaz, y se usa ampliamente en los Estados Unidos desde hace más de 30 años.
Los niños deben recibir 2 dosis de la vacuna MMR:
- la primera, cuando tienen entre 12 y 15 meses, y
- la segunda, cuando tienen entre 4 y 6 años, antes de comenzar la escuela.
Es posible que el médico de sus hijos le ofrezca la vacuna MMRV, que protege contra cuatro enfermedades: el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela.
Hable con el profesional de atención médica de sus hijos para que lo ayude a decidir qué vacuna ponerles.
Cómo pagar la vacuna contra la rubéola
La mayoría de los planes de seguro médico cubren el costo de las vacunas. Sin embargo, es recomendable que verifique con su proveedor de seguro antes de ir al médico. Sepa cómo pagar las vacunas.
Si no tiene seguro médico o si su seguro no cubre el costo de las vacunas para sus hijos, el Programa Vacunas para Niños (VFC, por sus siglas en inglés) podría ayudarlo. Este programa ayuda a las familias de los niños que reúnen determinados requisitos y que, de otra manera, no tendrían acceso a las vacunas. Para obtener más información, visite el sitio web del VFC o pregúntele al médico de su hijo. También puede comunicarse con el coordinador del VFC de su estado.*