(San Juan, PR) El inicio del año escolar en Puerto Rico ha sido catalogado como un fracaso absoluto. A solo dos días de que los estudiantes regresen a las escuelas faltan 2,700 maestros por contratar y 129 escuelas están en condiciones no aptas para recibir al estudiantado.
“Prometieron un año escolar diferente y este es peor que los anteriores”, sentencia Joan Sánchez de Santa Isabel. “Han aglomerado estudiantes, tenemos escuelas sin electricidad, sin ventanas, rodeadas de basura e infestadas con ratas”.
“Lo peor de todo es que no se han nombrado 2,700 maestros, en muchas escuelas no tienen empleados para los comedores ni quien limpie los salones”.
La Secretaria de Educación, Julia Keleher, en un programa de noticias televisivo, se comprometió a resolver el problema eléctrico de las escuelas este fin de semana y trabajar lo más rápidamente posible para mejorar las condiciones de las escuelas.
“Lo triste del caso es que cerraron escuelas en excelentes condiciones físicas para trasladarlos a planteles en mal estado, poniendo en riesgo el bienestar de los alumnos. Otro problema graves es que algunas de estas escuelas carecen de comedor escolar y los sanitarios están destartalados”, puntualiza José Cancel de Aguada.
Un problema craso que enfrentan las escuelas es el exceso de matrícula.
“Han enviado estudiantes a escuelas que no tienen la capacidad para la matricula asignada. Están resolviendo la problemática del exceso de matrícula dividiendo los salones, estableciendo programas con horario alterno y rentando vagones para que sirvan como aulas escolares”, expone Tomás Vargas de Cayey. “Abandonan escuelas, algunas las traspasan a iglesias por $1 y rentan vagones a $42,000. ¡Inverosímil!”
Para completar el cuadro tétrico del inicio del año escolar el Tribunal Supremo de Puerto Rico le dio luz verde a las escuelas chárter o escuelas alianza en el sistema público de educación al revocar la sentencia de un Tribunal de Primera Instancia que cuestionaba la constitucionalidad de varios artículos de la Ley de Reforma Educativa.
La decisión fue celebrada por la Secretaria de Educación, Julia Keleher, quien aprovechó la ocasión para indicar que la semana entrante anunciará las organizaciones cuyas propuestas han sido favorecidas por la Oficina de Asuntos Federales (OFA) del Departamento (DE) que ella dirige. El comité evaluador de OFA está integrado por tres lectores académicos y un contador público autorizado (CPA).
Las organizaciones magisteriales, asociaciones de padres y líderes comunitarios se expresaron inconformes con la decisión del Supremo por considerar que las escuelas alianzas atentan contra la educación pública.
“Las escuelas alianza implican la privatización del sistema escolar público. La enseñanza de los futuros ciudadanos estará en manos de organizaciones sin experiencias pedagógicas. Son negocios que buscan enriquecerse de la misma forma que ocurrió con los recursos federales que llegaron al país en la década de 1970”, señaló María Valdés de San Juan.
Existen fuertes rumores de que muchas de las organizaciones favorecidas por OFA están asociadas a grupos fundamentalistas neopentecostales como pago por su apoyo al gobernante Partido Nuevo Progresistas.
El senador Abel Nazario, que preside el Comité de Educación del Senado, está presionando a la Secretaria de Educación para que las escuelas chárter comiencen en septiembre o a no más tardar de enero de 2019.
“La presión de Nazario por la implementación de un proyecto cuyo éxito es cuestionable y que requiere de una exhaustiva revisión hace sospechoso el proceso”, asegura José Colón de Guayama. “Los amigos del alma deben estar afilándose los colmillos. Es un caudal de dinero público que será entregado en manos privadas para ser utilizados como ellos lo crean mejor. Debemos estar atentos”.
El establecimiento de las escuelas chárter implicará una reorganización del sistema en medio del inicio del año escolar.
“Los maestros y los estudiantes han sido asignados a las escuelas. Varias de las escuelas actuales serían transferidas a las compañías que regirán las chárter. La logística de qué estudiantes participarán en los proyectos, que maestros aceptarán trabajar en una escuela alianza alterarían el año escolar y la organización escolar. Sería una verdadera pesadilla que afectaría negativamente a toda la comunidad educativa”, asegura Juana Martínez de Mayagüez.
El inicio del año escolar ha estado marcado por la incertidumbre sobre el futuro de la educación y el temor del magisterio ante la posibilidad de perder su empleo. Muchos maestros han expresado su descontento con el inicio del año lectivo y señalan que el sistema no está listo para el regreso del estudiantado.
“Existen demasiados cuestionamientos que ponen en peligro el inicio del años escolar”, expresa Juan Sánchez de Vega Baja. “He conversado con varios maestros que cuestionan la capacidad administrativa de la Secretaria de Educación. Los maestros llegaron a las escuelas y se encontraron con que el DE no tiene listas las organizaciones escolares, no ha terminado reubicaciones de maestros debido al cierre de escuelas, ni sabe con exactitud los recursos que se necesitan para atender a la matrícula escolar”.
“La gravedad de la situación es tal que el pasado miércoles la oficina de la Secretaria envió una carta circular ordenándole a los directores que prepararan las organizaciones escolares y les dio hasta las 5:00 de la tarde para desarrollarlas. Esta tarea siempre fue hechas por las escuelas, pero la Ley 84 facultó a la Secretaria para establecer las organizaciones escolares”, añadió.
Educadores y analistas han cuestionado la habilidad de Julia Keleher para administrar el Departamento.
“Es irrisorio que el sistema cierre 200 escuelas, aglutine estudiantes en planteles que no tienen la capacidad física para ubicarlos y tenga que gastar en el arrendamiento de vagones que a la larga salen más caros que mantener las escuelas abiertas”, dice irónicamente Teresa Oduardo de Carolina. “Esto es un despilfarro del erario público, pero a esta Secretaria lo único que le interesa es hacerle daño al estudiantado y humillar al magisterio”.
El conteo final de los estudiantes que ingresaran al sistema no se sabrá hasta principios de septiembre debido a que la Secretaria les exigió a los padres que matricularan a los estudiantes a través de Internet. “Pedir por la boca es un mamey”, dice Elisa Báez. “Exigir es fácil, pero un número significativo de padres no tienen acceso a la Internet, carecen de computadoras o todavía no les ha regresado el servicio eléctrico”.
Los maestros están inconformes, los padres cuestionan las estrategias del Departamento de Educación y los estudiantes desconocen cómo les afectarán los múltiples problemas que encara el sistema.
Organizaciones magisteriales han llamado a un paro laboral para el martes 14 de agosto en señal de protesta por los atropellos cometidos contra el magisterio y el estudiantado puertorriqueño.