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Promover una visión saludable para el regreso a clases durante la pandemia de la COVID-19

El otoño marca el regreso a clases, el momento ideal para revisar la vista de sus hijos y enfocarse en los hábitos de la visión saludables.

Esto cobra una mayor importancia debido a la pandemia de la COVID-19, la cual ha impulsado a muchas personas a pasar más tiempo frente a dispositivos digitales y ha requerido que millones de estudiantes de todo el país hagan una transición hacia la educación a distancia. De hecho, los estudiantes ahora dedican un promedio de 13 horas por día a los dispositivos digitales[1], lo que podría contribuir con el cansancio ocular y aumentar el riesgo de contraer miopía en los jóvenes[2].

Los niños pueden estar particularmente en riesgo, ya que los ojos, que aún están en crecimiento, por lo general, permiten que llegue más luz azul de alta intensidad a las retinas[3]. Además, los niños suelen mirar las pantallas de los dispositivos más de cerca, lo que los expone a una cantidad más alta de luz azul potencialmente dañina.

Es importante que todas las personas tengan una buena salud de la vista, en especial, los estudiantes, ya que el 80 % de lo que aprenden ingresa por los ojos. Dicho esto, le brindamos tres consejos para el cuidado de la vista que debe considerar para el regreso a clases:

Reducir el riesgo de sufrir cansancio ocular por el uso de dispositivos digitales: el cansancio ocular por el uso de dispositivos digitales puede aparecer por la utilización prolongada de computadoras, teléfonos inteligentes o tabletas y causar síntomas como dolor, cansancio, ojos secos o llorosos, dolor de cabeza o dolor de cuello, de hombros o de espalda[4]. Para ayudar a reducir el riesgo, dígale a su hijo que practique buenos hábitos de la visión al mantener la pantalla de la computadora a una distancia de los ojos de 30 pulgadas, como mínimo, descansar la vista cada 20 minutos y parpadear con frecuencia para evitar que los ojos se sequen. Practique la regla 20/20/20: cada 20 minutos, descanse 20 segundos y mire algo que esté a 20 pies de distancia. Salir al exterior y alejarse de las pantallas puede ayudar a reducir el riesgo de tener miopía, que afecta al 41 % de los estadounidenses, más del 25 % en 1970[5]. Además, use dispositivos digitales que tengan una tecnología de filtro de luz azul o use anteojos con recubrimiento antirreflectante de calidad para evitar un posible daño por el resplandor y reducir el riesgo de sufrir cansancio ocular.

Detectar las señales de alerta de problemas de la vista: la imposibilidad de ver con claridad puede afectar el desarrollo físico, emocional o social del niño, lo que a su vez puede afectar su desempeño académico y atlético, y eventualmente, su autoestima. Lamentablemente, a veces los niños no lo notan ni se quejan de que su visión no es normal; por esto, es importante detectar posibles signos de problemas de la vista. Las señales de alerta pueden incluir entrecerrar los ojos al leer o mirar televisión, dificultad para golpear o atrapar una pelota al hacer deportes o problemas para mirar películas en 3D, como molestias o mareos[6]. Estas posibles señales de alerta pueden ser indicios de que hay un problema de la vista subyacente que puede requerir el uso de anteojos u otros tratamientos de parte de un profesional del cuidado de la vista.

Realizarse un examen de la vista completo: la Asociación Americana de Optometría recomienda que los niños deben hacerse el primer examen de la vista completo entre los 6 meses y los 12 meses de vida, luego a los 3 años y antes de empezar la escuela a los 5 o 6 años. Es importante recordar que el examen de la vista que se realiza en la escuela no reemplaza al examen de la vista completo. Los exámenes escolares de la vista suelen enfocarse en medir el nivel de agudeza visual y pueden pasar por alto las afecciones comunes, como estrabismo, problemas para enfocar e hipermetropía. Además, un examen completo de la vista puede detectar otras afecciones médicas que no suelen estar relacionadas con la vista, como diabetes y artritis reumatoide juvenil.

Si bien las familias planifican estrategias para un regreso a clases saludable y seguro, como recibir inmunizaciones y vacunarse contra la gripe, tener en cuenta estos consejos puede ayudarle a estar seguro de que su hijo está listo para aprender, ya sea con educación presencial o a distancia.

 

 

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