La frase sugerida recientemente por la Junta de Control Fiscal es “Hay que tener un presupuesto balanceado con dinero recurrente”. Debido a que históricamente el gobierno de Puerto Rico nunca ha tenido tal cosa, es el resultado que tenemos ahora mismo. Tenemos un país en quiebra donde se les debe 70 mil millones de dólares a bonistas de todo tipo.
Aunque se audite la deuda, como quieren los universitarios, no nos va a traer el dinero para pagarle al que se le debe. Encima de eso hay demandas en la corte federal para que se pague esa deuda de forma rápida. El resultado de las demandas trae un gasto millonario a la junta para defender al país de las demandas actuales y de las que sabemos que vendrán mientras siga pasando el tiempo y no se pague el dinero que se debe.
Hay asesores financieros y expertos de la Junta de Control Fiscal en la materia los cuales también estarán ofreciendo sus recomendaciones en cuanto a cómo se va a buscar el dinero.
Según los economistas del patio, el dinero necesario no puede salir de solamente impuestos debido a que si no hay trabajos, si no hay gente trabajando y ganando lo suficiente para mantenerse, si seguimos gastando en el gobierno sin generar ni un centavo de dinero nuevo, entonces va a continuar la quiebra en el gobierno.
La cosa va bien lenta y las deudas siguen creciendo mientras mas se tarde en arrancar. Ya van 6 meses y solo se ven reuniones y planes. Se supone que el plan aprobado ya comience muy pronto. El congreso no se ha movido para nada debido a que esperan que resolvamos nuestros problemas con la ayuda de la junta.
Realmente el problema ha sido la falta de transparencia de parte de todos, la falta de un sistema administrativo saludable donde no se le mienta al pueblo y donde los libros reflejan la realidad. También ha sido debido a que el gobierno central ha mantenido a los municipios autónomos dándole préstamos para pagar nominas y proyectos que no generan dinero nuevo. En ese ejercicio de tiradas de toallas según el que este arriba se fueron millones en préstamos sin colateral y sin el debido proceso de ley.
Ahora será el momento de investigar quien, cómo cuando y donde fue que se cometieron los hechos si es que alguien se queja. Pero eso, no resuelve el problema actual. Las reuniones con la junta tampoco baja la deuda. Lo único que baja la deuda es el actuar de inmediato para crear nuevas empresas que generen dinero nuevo de todas partes del mundo. Hay que exportar los servicios de todos en la isla. Deben hacer un catálogo de servicios donde todos y cada uno de los habitantes de la isla se ponga a la disposición de empresas extranjeras.
Eso ya lo viene haciendo China, India y algunos países de centro y sur América hace mucho tiempo.
La Universidad de Puerto Rico cayó en su propia red de mentiras y gastos alegres. Ahora tendrá que ajustarse a un cambio drástico donde no podrá justificar tener tantos administradores en puestos que solo queman el dinero y no generan un centavo. Se tendrán que acostumbrar a ser más eficientes automatizando todo proceso burocracia, ajustando el precio de la matricula a un costo razonable, empleando solo a profesores competentes y creando nuevos programas para el mundo.
Para los que no se han enterado, cada estudiante paga solo $50.00 dólares por crédito en la Universidad de Puerto Rico. Pero le cuesta al Gobierno de Puerto Rico unos $500.00 por crédito. O sea, el estado pierde $450.00 cada vez que un estudiante se matricula en la UPR.
Ese subsidio al estudiante Boricua es un secreto y nadie habla de eso en la isla para arreglarlo. El tener un presupuesto balanceado requiere ajustar todo gasto y predecir los ingresos sin inflar las cantidades basadas en fantasías. Hay que quitar los subsidios que sangran al gobierno constantemente. Los municipios autónomos deben ser auto suficientes.