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Peruana Elizabeth Guzmán, Delegada por el estado de Virginia, dio réplica en español a Donald Trump

Elizabeth Guzmán, delegada demócrata en la Asamblea del Estado de Virginia, hizo historia en los Estados Unidos la semana pasada cuando dio respuesta en español al presidente Trump después del Discurso del Estado de la Nación.

Guzmán, de 44 años de edad, de origen peruano, quien migró a los Estados Unidos en 1998 durante el gobierno del ex-presidente Alberto Fujimori, es la primera mujer Latina elegida a la Cámara de Delegados de Virginia (Virginia House of Delegates) en representación del distrito 31. Guzmán logró ganar un asiento en la Cámara Estatal de Virginia en las elecciones de 2017.

Guzmán, encargada de los demócratas en responder a Trump aseveró que el actual presidente deja “un legado racista, anti-inmigrante y perjudicial para la mayoría de estadounidenses”.

Agregó que  Trump ha reemplazado la igualdad por la intolerancia, el respeto mutuo por el racismo”, subrayó en su discurso difundido en todo el país. Guzmán, también lamentó la cancelación del programa DACA que pone en riesgo de deportación a los dreamers, a los que definió como «patriotas y valientes». La televisión latina y peruana dio amplia cobertura a su intervención en Washington DC.

Guzmán, llegó hace 20 años a Virginia apenas terminó la secundaría y con una hija en brazos. Inmediatamente se puso a estudiar y se graduó en Administración y Trabajo Social. En una entrevista con la agencia EFE Guzmán, dijo que la peligrosidad en las universidades públicas peruanas le impidió acceder a estos centros de estudios y más aún por la falta de recursos de su familia.

«Las universidades públicas estaban tomadas por Sendero Luminoso y había una probabilidad muy grande de que te reclutaran si ibas», narró Guzmán, quien relató cómo dos de sus amigas fueron raptadas y asesinadas por el grupo terrorista.

Sus primeros pasos en el mundo de la política estadounidense tuvieron que esperar hasta diez años después de pisar Estados Unidos y estuvieron inspirados en dos reconocidas figuras del Partido Demócrata: Barack Obama y Bernie Sanders.

A continuación publicamos el discurso completo de la Delegada Estatal en Virginia.

Discurso completo de Elizabeth Guzmán  

Buenas noches. Mi nombre es Elizabeth Guzmán, y con orgullo represento a la población de los condados de Prince William y Fauquier en la cámara legislativa del estado de Virginia.

Como estadounidense y como la primera inmigrante latina elegida a la Cámara de Delegados de Virginia, tengo el honor de ofrecer la respuesta demócrata al discurso del presidente Trump. Originaria de Perú, llegué a los Estados Unidos como madre soltera con el fin de brindarle a mi hija un futuro mejor. Así como muchos de ustedes, trabajé en múltiples empleos para pagar la renta y alimentar a mi familia. Superé dificultades económicas y después de muchos años de estudio, me gradué de la universidad con cuatro títulos, incluyendo dos maestrías. Siempre creí en el poder de la educación y la promesa estadounidense, pero pensé que sería para mis hijos, nunca me imaginé que sería para mí. Sin embargo, este país me ha demostrado que cualquier persona que esté dispuesta a sacrificarse y luchar, puede triunfar. Es por eso que decidí lanzarme a un puesto político, para defender el sueño americano de mis hijos y los suyos, principalmente en momentos como los que estamos viviendo. Esta noche, es un gran honor para mí, como estadounidense y como la primera inmigrante latina elegida a la Cámara de Delegados de Virginia, dar la respuesta demócrata al discurso que dio el presidente Trump ante el Congreso.

Mi experiencia ha demostrado la increíble promesa que ofrece nuestra nación, de la cual nos sentimos orgullosos de llamar nuestro hogar – una nación que brilla como un faro para el mundo y que nos inspira para que nos atrevamos a alcanzar nuestro propio sueño americano. Lamentablemente, el presidente de los Estados Unidos no comparte esta visión para nuestro país. En su primer año de mandato, ha impulsado una agenda sombría y extremista que estropea nuestros valores nacionales y que arriesga la seguridad nacional. Su administración amenaza con arrastrar a nuestra nación a un pasado vergonzoso, en el cual nuestro pueblo fue juzgado, no por la calidad de su carácter, sino por el color de su piel y por sus creencias religiosas. Las familias inmigrantes – que le han dado nueva vida al sueño americano, a través de su trabajo arduo y la creencia en los valores estadounidenses – están enfrentando la incertidumbre, la ansiedad y el terror bajo el presidente Trump.

El presidente tiene la responsabilidad de fomentar la unidad, de protegernos y de contrarrestar las divisiones que debilitan nuestro país. Pero desde un principio, ha descartado los valores estadounidenses más fundamentales. El, ha reemplazado la igualdad con la intolerancia… el respeto mutuo con el racismo. El presidente ha atacado a nuestras familias. Eliminó el programa conocido como DACA y amenaza con deportar a los jóvenes soñadores – que son patriotas y valientes, y que llaman a los Estados Unidos su hogar – porque no conocen otro.

El presidente ha atacado a las personas más vulnerables, terminando con las protecciones para las familias que huyen de la persecución, de las guerras y de los desastres naturales. Estas personas se han comportado de acuerdo a la ley, han pagado sus impuestos. Al igual el presidente ha fallado en su deber de proteger a nuestras familias en Puerto Rico donde fueron afectadas por el huracán María. Eso no es justo. Es inaceptable. Ha menospreciado a las comunidades de color – impulsando una agenda de deportación masiva e insultando a las personas que tengan una ascendencia diferente a la de él. Y ha tratado de imponer una prohibición inmoral y cruel en contra de nuestros hermanos y hermanas musulmanes. Y hace unos momentos – en la presencia de soñadores patriotas en el Congreso – el presidente Trump presentó su plan que fundamentalmente cambiaría el carácter de nuestro país, un plan que no concuerda con la visión de nuestros fundadores quienes veían a la diversidad y a los inmigrantes con orgullo. No debemos aceptar ni normalizar la forma atroz e insultante en la cual este presidente representa a nuestras comunidades. Hacerlo sería rendirse a un cuento falso y peligroso. En lugar de elegir profesionales con trayectoria y experiencia en gestiones gubernamentales, ha nombrado a un gabinete de multimillonarios que solo se preocupan por beneficiar a la clase rica por medio de sus puestos. En lugar de defender a los trabajadores, el presidente Trump hipotecó el futuro de nuestros hijos, impulsando una ley republicana estafadora que le aumenta los impuestos a 86 millones de familias de clase media. Esta ley le otorga el 83 por ciento de los beneficios solamente al 1 por ciento de la población – es decir, a las personas de más altos recursos en el país.

En lugar de apoyar a las familias, el presidente Trump intentó arrebatarle la cobertura de seguro médico a decenas de millones de familias. También quiso destruir las protecciones para las personas con condiciones de salud preexistentes y quiso castigar a las personas de edad avanzada con un impuesto cruel, solamente por ser de esta edad. En lugar de luchar por la clase media, el presidente Trump retrocedió el progreso rumbo a un aumento al pago por horas extras. También retrocedió las leyes que permitirían que los trabajadores mantengan las propinas que se han ganado con sus propios esfuerzos. El presidente se unió a los poderes bancarios y ha desmantelado las provisiones que protegen a los miembros de las fuerzas armadas, a los ancianos, y a los jóvenes – en contra del fraude y el abuso de Wall Street. Nosotros, los estadounidenses, merecemos un líder que defienda los intereses de la clase media – y no a alguien que solamente se preocupe por ayudar a los privilegiados y a que ellos puedan pisotear a los demás.

No tiene que ser así. Nosotros, los demócratas tenemos una visión para el futuro en la que los niños y las familias vienen primero, no las grandes empresas y los multimillonarios. Durante su primer año, el presidente Trump y el congreso republicano han maltratado al pueblo estadounidense. Mientras tanto los demócratas seguiremos luchando para que todos los estadounidenses tengan Un Mejor Trato: con buenos trabajos, incrementos salariales y un futuro más próspero.

Un Mejor Trato significa una mejor vida, una visión audaz, amplia y nueva para el futuro. Nosotros los demócratas seguiremos en la lucha y nos ocuparemos de: Generar diez millones de trabajos adicionales con buenos sueldos y de tiempo completo para los trabajadores estadounidenses; Disminuiremos el alto costo de vida para las familias reduciendo el costo de los medicamentos recetados y tomando medidas firmes en contra de los monopolios que destruyen la competencia y aumentan los costos; Y brindaremos a cada estadounidense las herramientas necesarias para triunfar en el siglo XXI, con aprendizaje de por vida y capacitación que debe ser remunerada en el trabajo.

Nuestra misión es devolverle el poder al pueblo estadounidense y luchar por las personas trabajadoras de quienes la administración Trump se ha olvidado.

La fuerza de nuestra nación se mide por la salud, la prosperidad y la felicidad de todos los estadounidenses – no solo la de unos pocos privilegiados.

Necesitamos un cambio. Los demócratas estamos listos para recuperar nuestra nación – pero no podemos hacerlo sin ustedes. Necesitamos sus voces y su energía. Necesitamos que hagan manifestaciones y que hagan escuchar su voz. Necesitamos que voten. Necesitamos que se lancen para cualquier cargo público. Y necesitamos que trabajen duro para que ganemos. Ciertas personas me dijeron que el estado de Virginia no estaba preparado para elegir a una delegada con rasgos latinos – y mira lo que sucedió. Necesitamos candidatos y líderes con historias como la mía, candidatos que luchen por los hombres y mujeres que trabajan día y noche, por esas personas que aun necesitan tener 2 o 3 trabajos, porque necesitan ganar lo suficiente para vivir.

Necesitamos candidatos que luchen por los padres que arriesgan su seguridad en busca de su sueño americano; que luchen por madres y padres de familia, como nosotros. Necesitamos candidatos a quienes les preocupa que nuestros hijos están a riesgo de heredar una nación que ya no cree en la igualdad de oportunidades para todos. Hace más de 238 años, nuestros fundadores se juntaron para formar una unión más perfecta y asegurarse que tuviéramos las bendiciones de la libertad para todos… incluyendo para las futuras generaciones.

Somos esas futuras generaciones, y nuestro trabajo aún no ha terminado. Juntos, debemos de construir una nación para todos, de la cual podamos estar orgullosos. Sigamos luchando por el futuro que nos merecemos. Qué Dios los bendiga. Gracias y buenas noches.

 

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