El Informe a la Nación que el Presidente Constitucional de Ecuador, Lenin Moreno Garcés, diera el pasado 24 de Mayo, fue otro motivo para que miles de ecuatorianos/as se lancen a las calles de forma temeraria, con el fin de protestar por la crisis económica, social y de salud que aqueja al país. Digo de forma temeraria, toda vez que está vigente el estado de excepción por los peligros que acarrea la pandemia provocada por el Covid-19 y, la prohibición de toda clase de reuniones que su violación podría llevar a la privación de la libertad.
Empero estas dificultades, las calles de Quito, Guayaquil, Cuenca y otras 10 ciudades fueron escenarios de manifestaciones protagonizadas por docentes, médicos, estudiantes, trabajadores públicos y privados despedidos de sus trabajos, jubilados etc , que no tuvieron otra alternativa que hacer escuchar sus voces de inconformidad por las políticas neoliberales que están llevando a la desocupación y por ende a la pobreza a miles de ecuatorianos; por la manifiesta corrupción implementada por varios funcionarios gubernamentales, en plena pandemia, a través de la suscripción de contratos fraudulentos; a la par que las élites económicas como la Banca, el sector empresarial y partidos de derecha que cogobiernan con Moreno cada vez se benefician más con esta crisis.
Más de 10 mil manifestantes hubo, solamente en Quito, que a decir de sus protagonistas protestaban por la reducción del presupuesto de la educación pública, por las medidas económicas y laborales contenidas en la mal llamada, Ley de Apoyo Humanitario, mismas que implementan la flexibilización y precarización laboral, reducción de la jornada laboral y de salarios de los servidores públicos, trabajadores privados y maestros.
A esto se suma el cierre o privatización de ocho empresas públicas como Ferrocarriles de Ecuador, creada a inicios del siglo XX por el presidente, Eloy Alfaro, para unificar las regiones de Ecuador, que luego en esta última década, fue reactivada y se convirtió en un atractivo turístico muy importante. Los ecuatorianos consideran al tren como un patrimonio histórico, un símbolo de identidad y cultura, muy reconocido y querido, mismo que cuenta con 146 años de existencia. De igual manera la empresa de aviación TAME con más de 57 años de servicio.
Estas decisiones, a criterio de los analistas, infieren que la inversión pública que el Estado ecuatoriano implementó, en estos últimos años, está sirviendo para los intereses crematísticos de cierta empresa privada. Fuimos testigos de la reconstrucción del ferrocarril de Alfaro, construcción de hidroeléctricas, creación de medios públicos, construcción de hospitales, carreteras, escuelas, colegios, nuevas universidades, centros deportivos de alto rendimiento y cientos de etcéteras que le costaron al país millones de dólares.
Para llevar adelante esta estrategia, previamente, Moreno dilapidó y estigmatizó a los servidores públicos endilgándoles calificativos injustos. Justificó sus acusaciones al señalar que el Estado ecuatoriano es obeso, cuando la verdad es que él obedece a los requerimientos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que a cambio de préstamos exige que el Estado se reduzca a su mínima expresión. Esta parecería ser la causa principal de la tragedia ecuatoriana en cuanto al número de fallecidos por la pandemia del Covid-19, toda vez que encontró a un Estado desmantelado, en el área de la salud. Se estima que aproximadamente llegan a 15.000 muertos.
Se añadiría a estas manifestaciones, la repulsa al Informe que dio Moreno en la Asamblea Nacional que a decir de los protestantes contiene una serie de falacias, por ejemplo: señaló que hace tres años encontró un Ecuador quebrado por diez años de despilfarro y corrupción y con deudas que sumarían unos Usd 60. 000 millones, es decir el 60% del Producto Interno Bruto (PIB). Lo que no dijo es que él fue parte de ese gobierno y que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desmintió dicha acusación que tiene que ver con el monto de la deuda.
El jurista, Augusto Tandazo, analista político, al referirse al Informe a la Nación, recordó que cuando asumió la presidencia Moreno, lo primero que hizo fue convocar a los perdedores y adversarios políticos de Correa, para pactar con ellos e ignorar el programa de Gobierno por el que ganó las elecciones, programa que está inscrito en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y que su incumplimiento sería causa de la revocatoria del mandato.
En su Informe, Moreno destacó el hecho de que “se ha avanzado en libertad de expresión, en democracia, pero hay quienes desearían volver al pasado”. Para sus adversarios políticos, en el gobierno de Moreno se han cerrado medios de comunicación, perseguido a periodistas, se bloquea continuamente a medios alternativos digitales. Un ejemplo de aquello es el cierre de Ecuadorinmediato, la persecución judicial a radio Pichincha Universal y el asedio a la cadena internacional Telesur.
Además, no se puede olvidar que en el país existe un detenido político, el ex vicepresidente elegido en las urnas: Jorge Glas Espinel; y muchos correístas exiliados en México como el ex canciller Ricardo Patiño, la ex presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira y los asambleístas Soledad Buendía, Carlos Viteri, Sofía Espín y el comunicador Carlos Ochoa.
De igual manera, Moreno se refirió a la corrupción y como siempre acusó al ex presidente, Rafael Correa, de haber liderado una organización criminal, en sus 10 años de gobierno. Moreno se olvida de INA PAPERS caso en el que él y su familia están muy comprometidos. De su nepotismo al ubicar a su familia en puestos importantes de la administración pública. Además, no hizo mención de los sobre precios en la adquisición de mascarillas, bolsas para embalar los muertos, kits alimenticios para familias de víctimas de la pandemia. Hay varios nombres ligados a su administración como el de María Alejandra Vicuña, Daniel Mendoza, Norma Vallejo, Alexandra Ocles, Paúl Granda, que no han justificado legalmente las acusaciones que tienen en su contra, sentencian los manifestantes.
Los jóvenes, que salieron a las manifestaciones, remarcaron que es una obligación moral, histórica, ética tomarse las calles y ejercer, en las mismas, la democracia, ya que hay coraje en la juventud porque les eliminaron el Bachillerato Internacional, les suspendieron el programa de becas a nivel nacional e internacional y disminuyeron en USD 98 millones el presupuesto de las universidades y politécnicas públicas. Y preguntaron ¿qué han puesto los banqueros, los exportadores, los representantes de las Cámaras, los grandes medios de comunicación y universidades particulares que han enviado a paraísos fiscales sus dineros, en esta crisis?
Al aludir la política de Salud, Moreno afirmó que el Gobierno ha invertido USD 10.000 millones, sin contar con los USD 760 millones adicionales, durante la emergencia sanitaria. Los dirigentes de la clase médica desmintieron dicha afirmación toda vez que a su criterio se disminuyó el presupuesto de Salud en más de USD 300 millones, y se desvinculó a seis miles de trabajadores salubristas y a 400 médicos cubanos.
En términos económicos, el analista Ernesto Nieto, denunció que este gobierno ha empobrecido a la población ecuatoriana a tal punto que, entre 2017 y 2019, la pobreza por ingresos pasó del 21% al 25%; es decir, cerca de 700.000 personas pasaron a ser pobres. También aprovechando la caída de los precios del petróleo a nivel internacional, decidió eliminar los subsidios a los combustibles, situación que se notará cuando suban los precios del hidrocarburo y por ende de sus derivados, Ecuador es importador de derivados. Esto agudizará la situación económica de los grupos vulnerables.
Moreno aseguró en su discurso que ha entregado 159.000 viviendas que han proporcionado techo a 711.000 personas, hasta 2021 serán 41.000 casas más que se entregarán. Sus adversarios desmintieron esas cifras aseverando que no hay evidencias de que aquello haya sucedido; además en plena crisis, quién podría asegurar que se vayan a construir más viviendas.
De su parte, el economista, Marcelo Varela, censuró el hecho de que el mandatario haya asegurado que “hemos trabajado por mantener la dolarización… mientras yo sea presidente, la dolarización se la protegerá y mantendrá”. No entiende, dijo, que al reducir el 50% de impuestos a la salida de divisas, están saliendo muchas divisas. Tampoco entiende que al eliminar salvaguardias y aranceles, liberalizando el mercado externo, este se ve afectado, y por lo tanto salen más dólares de los que entran. A pesar de ello, dice Moreno que se ha llevado a cabo políticas para sostener la dolarización.
Ante el anuncio de nuevas movilizaciones por parte de organizaciones y movimientos sociales, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), la Defensoría del Pueblo pidió a las autoridades gubernamentales “garantizar el derecho a la protesta social ante la regresividad de los derechos laborales que contempla la Ley Humanitaria y, pide a la ciudadanía a inscribir sus acciones en el marco de la protesta pacífica, respetando la propiedad pública y privada y aplicando las medidas de distanciamiento y protección recomendadas para evitar una mayor propagación y contagio de la Covid-19”.
INFORME A LA NACIÓN
En su alocución, Lenin Moreno, anunció que su último año de gestión en la presidencia, la salud, la alimentación, el empleo y la preservación de la dolarización serán los cuatro ejes a los que dará prioridad hasta mayo de 2021, en el que entregará el poder. Añadió que de cara a 2021 fortalecerá el nivel primario de la salud con un plan moderno de capacitación a los médicos y que dotará de mayor infraestructura y equipamiento a la Amazonía. Se ampliará la estrategia Médico del Barrio y se implementarán prácticas de prevención e higiene en la población.
En el eje de la alimentación, se apoyará la agricultura, para lo cual se reprogramarán 18.000 créditos y se otorgarán 56.000 nuevos préstamos por USD 850 millones para impulsar a las economías familiares y empresariales a través BanEcuador, Corporación Financiera Nacional, La Corporación de la Finanzas Populares y Solidarias (CONAFIPS) y el Banco de Desarrollo.
Como tercer eje de acción se procurará el mantenimiento del empleo, Moreno puntualizó que con la Ley de Apoyo Humanitario se mejorarán las condiciones laborales de miles de ecuatorianos. “El acuerdo entre las partes permitirá que empleador y empleado busquen fórmulas para evitar despidos”. Sostuvo que las compañías que logren acuerdos tendrán prioridad para acceder al programa Reactívate Ecuador, que cuenta con USD 1.500 millones.
Su cuarto eje de acción apuntará a proteger la dolarización, a través de la disminución de dos horas de trabajo y disminución de salarios de los servidores públicos, lo que permitirá que con ese dinero ahorrado se invierta en salud y créditos. Destacó el apoyo de los organismos multilaterales que en 2019 desembolsaron casi USD 3.500 millones. Recordó que se espera suscribir un acuerdo comercial con Estados Unidos en condiciones que beneficien a los productores ecuatorianos. Habló sobre la construcción de una nueva red de cable submarino que unirá al Ecuador con Galápagos, esto permitirá la transición hacia la red 5G y fortalecerá la infraestructura para la teleducación.
Finalmente, la socióloga, Patricia De la Torre, rechazó las medidas adoptadas por el Gobierno de Moreno porque están provocando hambre y miseria a miles de ecuatorianos, que están soportando a lo largo y ancho del país los estragos de la pandemia como es el contagio y la muerte. Por lo que no queda otra alternativa que salir a las calles a reclamar y protestar.
La realidad es fácil de constatar en este momento. Los diálogos y acuerdos que promovió Moreno han sido estrictamente con los sectores dominantes de la sociedad, no solo nacional, sino que el mandatario sigue, como un reloj suizo, las consignas dadas por el FMI. Resulta cruel despedir, en medio de miles de fallecidos, a miles de funcionarios públicos. El presidente Moreno está creando las condiciones para una insurrección popular.
Es lamentable, pero el hambre empieza a aparecer. Las gentes han tomado una decisión y es común escucharles: o me muero de hambre, o me muero por el virus, o salgo a la calle y me contamino, a lo mejor me pueda morir por reclamar mis derechos. Y ante todo, salgo para que el Gobierno pare esta forma tan cruel de relacionamiento de gobernante con sus gobernados.