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La transparencia electoral tiene oportunidades en América Latina a través de la tecnología

La ciudadanía de toda América Latina merece mecanismos eficientes de votación, basados en plataformas tecnológicas que permitan auditar los resultados de las elecciones, incentivar la participación y garantizar la legitimidad de los candidatos electos

América Latina atraviesa un año de intensa actividad electoral, donde México elegirá el próximo 1 de julio a su futuro presidente, senadores y diputados federales; y Colombia acudió recientemente a las urnas para decidir quién gobernará al país en los próximos cuatro años. A raíz de las irregularidades que se han presentado durante los últimos años en ambas regiones, cada vez son más los ciudadanos que exigen a sus autoridades soluciones transparentes y auditables que les permita confiar en los procesos, por lo que esta situación ha generado un amplio debate en los gobiernos sobre la necesidad de innovar en herramientas tecnológicas que brinden seguridad, confianza, y eliminen los tipos de fraude que enfrentan muchos países de América Latina.

A pesar de que la jornada colombiana transcurrió de manera pacífica el clima de incertidumbre acompañó el proceso desde el inicio. Luego de los resultados de la primera vuelta en las elecciones presidenciales del 27 de mayo, se levantaron denuncias de fraude, poniendo en duda el mecanismo manual con el que se realizan los comicios. Desde la misma noche de la elección, a través de redes sociales comenzaron a circular formularios con tachaduras. Y a pesar de que el Gobierno, la Registraduría y el Consejo Electoral salieron a explicar que no hubo fraude, sino errores humanos, la desconfianza ya se había instalado en el imaginario de los votantes.

El informe más reciente de la Misión de Observación Electoral (MOE) evidencia que los dos delitos electorales más recurrentes en Colombia son: la corrupción al sufragante -compra y venta de votos-, y la falsificación de documentos. Entre ambos, registran casi la mitad (44,41 %) de las denuncias por delitos contra los mecanismos de participación democrática entre 2005 y 2015.

Para subsanar los delitos electorales más comunes, las autoridades de Colombia han implementado canales mediante el uso de herramientas tecnológicas.  En 2011, inauguraron un sitio web -Pilas con el Voto- que permite a los ciudadanos denunciar las irregularidades electorales que se han constatado. También se creó la Unidad de Recepción Inmediata para la Transparencia Electoral (URIEL), una base de datos que recibe denuncias electorales recogidas por fuentes como Pilas con el Voto y las encamina a las autoridades pertinentes.

Al igual que Colombia, Ecuador tuvo la oportunidad en 2014 de probar los beneficios de la automatización electoral en dos pilotos vinculantes coordinados por el CNE en las provincias del Azuay y Santo Domingo de los Tsáchilas. Particularmente en Santo Domingo se vivió una experiencia inédita, cuando los resultados oficiales fueron anunciados apenas una hora después del cierre de las urnas. Más de 300 mil votantes utilizaron tecnología electoral que permitió registrar y totalizar el voto de forma automatizada con 100% de exactitud.

Durante las elecciones del 4 de febrero del 2018 en Ecuador, se registraron irregularidades en la divulgación de los resultados por parte del CNE y su plataforma digital. La Misión de expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA) cuestionó la falta de transparencia y acceso a la información electoral, justamente en la etapa más importante: el escrutinio. Ante la exitosa experiencia con voto electrónico que Ecuador experimentó en 2014; las autoridades de ese país deben retomar la búsqueda de tecnología de punta, que les permita corregir y mejorar las fallas que actualmente presenta su proceso electoral en las etapas de preconteo y escrutinio en todo el territorio.

Expertos señalan que innovar tecnológicamente en materia electoral es fundamental para garantizar transparencia e institucionalidad de los procesos. Colombia y Ecuador se preparan cada vez más para la adopción de nuevas tecnologías que les permitan proteger sus elecciones y robustecer sus plataformas tecnológicas actuales para lidiar con temas que van desde la suplantación de identidad hasta la publicación de resultados. Estos esfuerzos, acordados en la tercera Cumbre de las Américas (2001), permitirán fortalecer la democracia y validar las decisiones tomadas por los pueblos.

 VENTAJAS DE LA TECNOLOGÍA EN LOS PROCESOS ELECTORALES DE AMÉRICA LATINA

Referencias:

 

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