Tal vez usted ya sepa que la Salmonella puede contaminar la carne de ave y los huevos, pero también logra meterse en muchos otros alimentos. Aprenda qué puede hacer para que sus alimentos sean más seguros para comer.
La Salmonella es una bacteria que frecuentemente da origen a enfermedades causadas por los alimentos, también conocidas como “intoxicaciones alimentarias”. Los CDC estiman que cada año en los Estados Unidos la Salmonella da origen a 1 millón de casos de enfermedades causadas por los alimentos. En los últimos años, los brotes de salmonelosis* han sido vinculados a la contaminación de pepinos, pollo, huevos, pistachos, atún crudo, germinados y muchos otros alimentos.
Cinco datos que pueden sorprenderlo
No deje que la Salmonella lo enferme o enferme a sus seres queridos. Aprenda estos cinco datos y consejos para reducir la probabilidad de infectarse con Salmonella.
- Usted puede contraer una infección por Salmonella de una variedad de alimentos. La Salmonella se puede encontrar en muchos alimentos, entre ellos la carne de res, la carne de pollo, los huevos, las frutas, la carne de cerdo, los germinados, las verduras, e incluso los alimentos procesados, como las mantequillas de frutos secos, los pasteles de carne congelados, los trocitos de pollo empanizado y los platos de pollo relleno. En los últimos años, los brotes de enfermedades producidas por Salmonella* han sido vinculados a la contaminación de pepinos, pollo, huevos, pistachos, atún crudo, germinados y muchos otros alimentos. Usted puede enfermarse cuando come alimentos que están contaminados con Salmonella. Los alimentos contaminados generalmente tienen un aspecto y un olor normal, por eso es importante saber cómo prevenir la infección por Salmonella.*
- Las enfermedades producidas por Salmonella son más comunes en el verano. El clima más cálido y los alimentos no refrigerados crean las condiciones ideales para que se multiplique la Salmonella. Asegúrese de refrigerar o congelar los alimentos perecederos (aquellos que probablemente se pudran o echen a perder rápidamente), los alimentos preparados y las sobras dentro de 2 horas. Enfríelos dentro de 1 hora si la temperatura es de 90 °F o más.
- Las enfermedades producidas por Salmonella pueden ser graves y son más peligrosas para ciertas personas. Los síntomas de infección generalmente aparecen entre 6 y 48 horas después de comer un alimento contaminado, pero pueden demorarse mucho más. Estos síntomas incluyen diarrea, fiebre y cólicos estomacales. En la mayoría de los casos, la enfermedad dura de 4 a 7 días y las personas se recuperan sin tratamiento con antibióticos. Algunas personas podrían tener diarrea grave y quizás tengan que ser hospitalizadas. Cualquier persona puede contraer una infección por Salmonella, pero algunos grupos tienen más probabilidades de presentar una enfermedad grave: los adultos mayores, los niños menores de 5 años y las personas con el sistema inmunitario debilitado por afecciones como la diabetes, la enfermedad hepática, la enfermedad renal, el cáncer o sus respectivos tratamientos.
- La Salmonella causa muchos más casos de enfermedad que lo que usted puede suponer. Por cada caso de salmonelosis confirmado por pruebas de laboratorio, hay cerca de 30 casos más de enfermedad por Salmonella que no están confirmados. La mayoría de las personas que presentan intoxicación alimentaria por lo general no van al médico ni envían una muestra a un laboratorio, por lo que nunca se sabe qué microbio les causó la enfermedad.
- Para evitar la Salmonella, no debe comer huevos crudos ni huevos que tengan claras o yemas de consistencia líquida. La Salmonella puede contaminar los huevos, incluso los de apariencia perfectamente normal. Pero estos huevos pueden causar enfermedad, especialmente si están crudos o poco cocidos. Los huevos son seguros de consumir si se cocinan y se manipulan de manera apropiada.
Asegúrese de seguir estas medidas
Recuerde seguir las directrices de limpiar, separar, cocinar y enfriar para ayudar a mantenerse y mantener a su familia seguros frente a la intoxicación alimentaria. Tenga especial cuidado de seguir estas directrices cuando prepare alimentos para los niños pequeños, las mujeres embarazadas, las personas con el sistema inmunitario debilitado y los adultos mayores.
Limpiar
- Lávese las manos con agua jabonosa tibia durante 20 segundos antes y después de tocar huevos sin cocer o carne de res, de ave o pescados y mariscos crudos y sus líquidos.
- Lave los utensilios, las tablas de cortar, los platos y las superficies con agua jabonosa caliente después de preparar cada alimento y antes de continuar con la preparación del siguiente.
- No lave la carne de ave o de res o los huevos antes de cocinarlos. Los microbios se pueden propagar a otros alimentos, utensilios y superficies.
- Desinfecte las superficies que entren en contacto con los alimentos con una solución recién preparada de 1 cucharada de cloro líquido sin aroma en un galón de agua.
Separar
- Separe la carne de res, la carne de ave, los pescados y mariscos y los huevos crudos de los demás alimentos cuando los coloque dentro del carro del supermercado y cuando los guarde en el refrigerador. Mantenga los huevos en la caja original y guárdelos en la parte principal del refrigerador, no en la puerta.
- Mantenga la carne de res, la carne de ave y los pescados y mariscos crudos separados de los alimentos listos para comer, como las ensaladas y los embutidos.
- Use diferentes tablas de cortar y platos para las frutas y verduras y para la carne de res o de ave, los pescados y mariscos y los huevos que estén crudos.
- Nunca coloque alimentos cocidos en un plato que antes haya tenido carne de res, carne de ave, pescados y mariscos o huevos crudos.
Cocinar
- Use un termómetro de alimentos para asegurarse de que estén cocinados a una temperatura interna que sea segura:
- 145 °F para la carne de res, ternera, cordero y pescado (deje que la carne repose 3 minutos antes de cortarla o comerla)
- 145 °F para la carne de cerdo o el jamón (deje que la carne repose 3 minutos antes de cortarla o comerla)
- 160 °F para la carne molida de res, de cerdo, de ternera o de cordero
- 160 °F para los platos con huevo
- 165 °F para la carne de ave (pollo, pavo o pato), incluida la carne molida de pollo y de pavo
- 165 °F para los guisados
- Cocine los alimentos en el microondas a 165 °F o más.
Enfriar
- Mantenga la temperatura del refrigerador a 40 °F o menos.
- Refrigere o congele los alimentos perecederos, los alimentos preparados y las sobras dentro de 2 horas (o dentro de 1 hora si la temperatura es de 90 °F o más).