Este fin de semana este servidor tuvo la suerte de ir a Vieques en un viaje de negocios. Para mi sorpresa pude experimentar lo que la mayoría de las personas de la isla no saben. Vieques, la isla con 9 mil puertorriqueños/ciudadanos americanos, sigue olvidada por todos. En primer lugar, si quieres ir por avión solo hay dos opciones que son extremadamente caras para el turista regular. Los horarios son limitados y los aviones son de nueve pasajeros donde si eres muy pesado peligras en el que no te monten por temor a que el avión se caiga. Obviamente, no hay baño y prácticamente estas sentado al lado del piloto.
Una vez en el cielo solo tarda 10 minutos desde el aeropuerto de Ceiba y media hora desde el aeropuerto Muñoz Marín de Carolina. El mini aeropuerto de Isla Grande en San Juan tiene vuelos, pero son escasos y solamente para pudientes.
Si quieres ir por lancha tienes que ir a Fajardo a las 4 de la mañana y hacer unas filas de madre para estar seguro de que consigues un ticket de once dólares ida y once dólares de vuelta. Esa parte de conseguir pasaje no es tan segura como ir en avioneta.
Al llegar al aeropuerto es muy parecido a cuando llegan lo científicos en la película de Jurassic Park. Cuando llegas al aeropuerto, solo hay un chofer y una guagua esperando a fuera. No había mucho flujo de carros en las carreteras, pero si una gran cantidad de caballos. Al experimentar los efectos del Huracán se nota que muchos hoteles han cerrado, las casas perdieron sus techos, el hospital está cerrado, los platos de cable televisión destrozados, las antenas de Comunicaciones inoperantes con cables y componentes colgando todavía.
Las calles del pueblo están limpias pero las luces están inoperantes. Todavía están esperando la ayuda de FEMA. FEMA solo le ha puesto 3 plantas eléctricas en Vieques para poderle dar energía temporera. La situación critica es que el cable de energía eléctrica que va por el mar de Puerto Rico a Vieques se partió y no esta en planes la reparación de ese cable debido a que la Autoridad de Energía Eléctrica esta en quiebra.
El resultado de este Huracán María es que los teléfonos celulares no funcionan y las comunicaciones son deficientes. Solo varios hoteles tienen WIFI limitado. El pueblo como tal no tiene señal de internet.
Solo se pudo observar turistas americanos y algunas personas que se dedican a proveer ayuda de forma voluntaria.
En la parte de combustible se perciben varias estaciones de gasolina que cobra mucho más que en Puerto Rico por el cuartillo. Los abastos de comida y efectos del hogar están poco a poco normalizando su estado debido a que todavía hay mercados y colmados pequeños.
Los restaurantes del pueblo y las panaderías son buenos donde el café es tremendo. El servicio es muy ameno y amigable. Esa parte se le puede dar un 100%. Las playas son espectaculares y el acceso a las mismas es bien fácil.
Vieques es parte de Puerto Rico sin embargo se encuentra en total abandono departe del gobierno central según pudimos recopilar información de los habitantes. La burocracia extrema y la falta de atenciones hace que la vida en la isla de Vieques sea más dura para todos.
Es urgente que se atiendan los asuntos de la salud de las personas que viven en la isla. No hay médicos especialistas disponibles, solo hay 2 farmacias que tal vez no tengan los medicamentos suficientes en caso de una emergencia. No existe sala de emergencia, no tienen sala de parto. Las que quieran tener hijos tienen que volar en ambulancia aérea hasta Fajardo.
Las escuelas todavía no tienen los maestros suficientes en todos sus planteles. Esto es una gran oportunidad para las maestras que quieran mudarse a un sitio tranquilo.
Hay que actuar rápido para mitigar todas las necesidades de los habitantes de Vieques. Recomendamos que urgentemente se establezca una clínica de Cannabis, se hagan campañas agresivas de Turismo y se incremente el flujo de aviones a un costo mas barato. Esto puede ayudar con la falta de visitantes que tiene la isla. La próxima vez que venga a Puerto Rico todos deben visitar a Vieques para que disfruten de un sitio especial y precioso.