Navidad, la natividad del niño Jesús, símbolo de nueva vida. Es una oportunidad para renacer o renovar nuestra relación espiritual, familiar, con el prójimo y con uno mismo.
Seamos ricos y prósperos. La acción de dar, ya sea, escuchando, haciendo gestiones a favor de otro, dar tiempo voluntario, apoyo económico, obsequiando al necesitado; abre una extraordinaria oportunidad de recibir en retorno bendiciones del universo. Al primero que debemos dar es a nosotros mismos. Crear un ambiente en nuestro hábitat que nos nutra.
El Feng Shui aplicado en Navidad comienza con el ritual de limpieza mental y del entorno, poner en orden nuestro ambiente y con ello, nuestra vida.
- Sal de objetos o ropa que te recuerden cosas tristes. Elimina los estorbos visuales y emocionales. Al limpiar el closet, done a otros lo que usted ya no utiliza y que esté en buenas condiciones.
- Si te sientes cargada, prueba la terapia de limpiar ventanas. La acción de frotar con un paño, libera tensión y la ansiedad. Permite retomar la claridad de pensamiento. Deja entrar mayor cantidad de luz solar dentro del hogar. El espacio se sentirá fresco, más brillante y tú, más liviana.
- Pinta la casa. Limpia las paredes. La energía con el tiempo, se impregna en las paredes.
- Cambia la posición de tus muebles. Haz de tu casa un lugar diferente.
- Utiliza uno de los regalos de los Reyes Magos al niñito Jesús, incienso. Tanto las velas aromáticas como el incienso limpian el ambiente y emiten una exquisita fragancia que ayuda a relajar la mente.
- Pon música, esto atrae el Chi positivo y con ello la buena alegría en tu hogar. La música suave ayuda en la concentración.
- Dile a otros tus buenos deseos de prosperidad, salud, amor y paz. El poder de la palabra es fuerte ya sea verbal o escrita. Todo lo que le deseas a otros, regresa a ti.
¡Feliz Navidad!