Mucho antes del huracán María la educación pública estaba en crisis y su ejecutoria era malísima, sin control del dinero, ni de los empleados y mucho menos del dinero estatal y federal.
La agencia era tan confusa que los mismos que trabajaban en el Departamento de Educación en San Juan no sabían lo que tenían ni quien estaba a cargo.
La oficina central del Departamento de Educación es un misterio donde se crean los puestos de secretarios, asistentes secretarios, auxiliares, coordinadores, directores, de forma dislocada y en base a legislación sin tener el dinero para sustentar las leyes que se pasan.
Antes existía un problema que todavía sigue presente pero más agudo. La desorganización dislocada y la falta de una administración competente y gastos del Departamento de Educación es la orden del día.
Ahora mismo, la división de Asuntos Federales se encuentra bajo investigación debido a que los federales encontraron a la ex secretaria de Educación Julia Kelleher haciendo actos de corrupción junto a otros funcionarios.
En estos momentos están detenidos 1500 millones o 1.5 billones de dólares de educación para Puerto Rico porque los federales no confían en nadie en el Departamento de Educación. Ahora mismo, se espera que el departamento de educación en Washington, DC nombre a un monitor para que corra esa institución
Antes del Huracán María se asumía que por escribir unas cartas circulares a los miles de planteles escolares, resultaba en una ejecución automática de parte de los maestros, directores y empleados de apoyo de los distritos y regiones. La asociación de maestros y su presidenta estaba con un conflicto directo de interés donde su esposo recibía millones por servicios profesionales.
Los maestros tomaban y todavía toman las vacaciones en medio del periodo lectivo para gastar los días acumulados. A veces se iban a Disney con su familia para disfrutar de unas vacaciones bien merecidas, pero a costillas de los niños que quedarían sin maestro por esas semanas.
La cantidad de papeles y reuniones en el Departamento de Educación y las regiones escolares era como una competencia entre los funcionarios de quien hacía más reuniones en una semana para poder justificar su puesto administrativo. Esta práctica todavía sigue vigente porque no hay manera de manejar un gigante inepto de papel. De las reuniones en San Juan nunca salía un centavo ni de escribir alguna propuesta para buscar dinero federal o estatal. Todo lo contrario, se gastaba sin medida en viajes sin razón.
Para estas reuniones se obligaba y todavía se obliga, al director escolar a viajar a San Juan o a una ciudad lejos de su escuela para perder el día en un taller o reunión de media hora. El gasto se seguía multiplicando con las dietas y gasolina para los que fueran al viaje.
Ya sabemos más o menos donde se iba el dinero. Se gastaba en contratos de servicios profesionales a las personas relacionadas con los políticos de turno, amigos y amigas de la secretaria de educación, y con los cabilderos que trabajaban para los dos partidos políticos. El dinero se iba en compras de equipos no necesarios, en rentas, en gastos de agua de tubos rotos en las escuelas, y en reparaciones de las escuelas a precios exorbitantes.
Los contratos se hacen en el Departamento de Educación debido a que el empleado ó empleada ganando de sueldo sobre $100,000.00 por no saber hacer su trabajo, tenía que nombrar a otro para hacer el trabajo que le toca hacer.
El truco es entrar con un contrato bastante módico para luego a los 6 meses subirlo 10 veces mas la cantidad cuando nadie estuviera mirando. Como toda transacción y contrato está en papel sin control y como los administradores no saben nada de cómo administrar, es muy fácil robar y hacer las trampas para mover el dinero que viene parta educar a los niños de Puerto Rico.
Nos preguntamos ¿por qué toma tanto tiempo nombrar a un maestro y un administrador lo nombran rápidamente? ¿Cuántos de los que trabajan en el Departamento de Educación tienen certificación de maestro vigente?
Toda la gente de Puerto Rico debe exigir que se haga una lista de los puestos del Departamento de Educación y el sueldo de cada uno. Hay que mostrar cuanto se gasta en contratos de servicio, en compras, y en renta de edificios que lo único que hacen es almacenar papel para el Departamento de Educación.
Hay que cerrar y eliminar el Departamento de Educación y la Administración Central completamente porque ya no funciona. Lo único que sirve ahora es para hacerles daño a los estudiantes y quitarles el derecho que tienen de una educación pública de calidad.
Ya que se nos ha impuesto un gobierno colonial nombrado por el Congreso de los Estados Unidos donde 7 personas gobiernan a la isla de Puerto Rico sin que nadie haya votado por ellos, le exigimos que hagan algo positivo por los niños de Puerto Rico y eliminen la administración central en San Juan como punto de partida. Ese dinero billonario debe usarse para servicios educativos directos, educación especial, los maestros, y ayuda directa a los niños en las escuelas.
Recordemos que la educación no es solamente un edificio nuevo y bonito con unas computadoras y pizarras electrónicas. Hay que pensar en la calidad de la educación que estamos ofreciendo ahora mismo. Nadie puede negar que el modelo es deficiente, los administradores son deficientes y la mala administración se come el dinero federal y estatal duplicando procesos de papel que ya no son necesarios.
Cuando comiencen el nuevo modelo deben hacerlo pensando primero en el estudiantes y no en los jefes administrativos que van a tener. No gasten en libros comerciales y usen los recursos de maestros locales con su conocimiento y cultura relevante al estudiante. Cada escuela debe tener un sistema de satélite para su señal de internet independiente. Solo así tendrán un sistema que vale la pena.