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¿Debería ir tu hijo a la escuela en medio de COVID? Cómo medir el riesgo

La irrupción del nuevo coronavirus en la vida cotidiana hizo que las familias y los sistemas escolares ya tuvieran que lidiar con la súbita educación a distancia durante la primavera.

Ahora, a un mes que comiencen las clases en la mayoría de los sistemas escolares de los Estados Unidos, y con algunas ya en curso, el dilema sigue abierto: ¿es seguro mandar a mi hijo en persona a la escuela? ¿Cuáles son las medidas que una escuela debe tomar para prevenir el contagio?

Muchos sistemas escolares están ofreciendo opciones: los padres pueden elegir si sus hijos tomarán clases presenciales o a distancia. O lo que se denomina un sistema híbrido, con dos días en persona y el resto de la semana desde casa.

No es una decisión simple. 

Las familias decidirán el formato de instrucción en función de si el estudiante o los miembros del hogar tienen un mayor riesgo de enfermedad grave, las necesidades académicas del menor, el nivel de propagación de COVID-19 en la comunidad, y la capacidad escolar para ejecutar las pautas recomendadas por las autoridades de salud pública.

Para muchos padres, el peso en la salud mental de sus hijos durante la instrucción a distancia y la cuarentena es un gran factor a tener en cuenta. Muchos prefieren que sus hijos vuelvan a tener una porción de normalidad yendo a la escuela, con sus amigos, y están dispuestos a asumir riesgos.

También hay que recordar que la escuela no es solo un pupitre y un maestro frente a la pantalla. Los distritos escolares ofrecen transporte, almuerzos y meriendas a bajo precio, cuidado después de hora, y programas extracurriculares que ayudan a las familias más vulnerables.

Fragilidad económica y social que ha aumentado para millones de familias con la pandemia de COVID-19.

Por supuesto, las decisiones también dependerán de la edad del estudiante. Por ejemplo, para los padres de niños en edad preescolar o en sus primeros grados de primaria, la concentración frente a una pantalla ha sido un desafío.

Las familias con hijos más grandes han lidiado con inesperadas crisis de ansiedad, generadas por el aislamiento en una edad en la que la socialización es parte crítica del desarrollo.

Por eso, muchos están considerando los pods: reunir en una casa a tres o cuatro amigos para que estudien juntos, a veces con ayuda de un maestro o tutor.

Para facilitar la toma de decisiones, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) elaboraron una lista que los padres o cuidadores pueden revisar para no dejar fuera ningún aspecto importante vinculado a esta decisión. La siguiente es una síntesis de esa guía.

Qué se sabe sobre COVID y los menores de edad

Los datos limitados sobre COVID-19 en niños sugieren que tienen menos probabilidades de desarrollar la enfermedad, y, si se contagian, ésta será menos grave.

Los síntomas comunes de COVID-19 en niños incluyen: fiebre, tos, secreción nasal, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor corporal y diarrea; aunque muchos niños pueden tener síntomas leves o nulos.

Los niños y adolescentes en los Estados Unidos representan el 6.6% de los casos, y el 0.1% de las muertes.

Si bien es poco frecuente, pueden ocurrir muertes y enfermedades raras como el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C).

La evidencia de otros países sugiere que la mayoría de los casos pediátricos fueron el resultado de haber contraído la infección a través de un miembro de la familia.

Es importante que la familia se informe sobre los casos de COVID-19 en menores en su área.

Qué niños están en mayor riesgo de COVID-19

Seguramente ya hayas hablado con el pediatra de tu niño, pero vale la pena recordar que algunos pueden tener un mayor riesgo de contraer el nuevo coronavirus que causa COVID-19 o pueden tener un mayor riesgo de enfermedad grave por COVID.

Para estos niños, los padres y cuidadores pueden necesitar tomar precauciones adicionales con respecto al reingreso a la escuela. Hay más casos de COVID-19 reportados entre menores con discapacidades intelectuales y del desarrollo.

Las personas de cualquier edad, incluidos los niños, con ciertas afecciones médicas subyacentes tienen un mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19.

Además, los niños y adolescentes que tienen afecciones neurológicas, genéticas, metabólicas o que sufren de una enfermedad cardíaca congénita también podrían estar en mayor riesgo de complicaciones por COVID, en comparación con otros niños.

Una enfermedad grave significa que pueden requerir hospitalización, cuidados intensivos o un ventilador para ayudarlos a respirar, o incluso pueden morir.

Cómo es el entorno familiar del estudiante

Si bien no hay forma de garantizar un riesgo cero de infección, es importante comprender los riesgos potenciales y cómo adoptar diferentes tipos de medidas de prevención al reanudar las actividades, incluido el regreso a la escuela.

Los padres o tutores deben considerar si otros miembros del hogar tienen un mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19 al tomar decisiones sobre qué actividades reanudar. Por ejemplo, si la abuela, el abuelo, u otros parientes adultos mayores viven bajo el mismo techo.

Si bien los menores pueden no desarrollar COVID, pueden transmitir el coronavirus si están infectados.

Además, las desigualdades sociales y de salud sistémicas de larga data han puesto a algunos grupos en mayor riesgo de contraer COVID-19 o experimentar una enfermedad grave, incluidos algunos miembros de grupos minoritarios raciales y étnicos, como la comunidad latina, y personas que no tienen hogar.

Evaluar qué propone la escuela

Hay que tratar de entender muy bien qué ofrece la escuela de tus hijos este otoño.

Si el sistema escolar ya decidió que la instrucción será online, infórmate bien sobre los horarios de clases, para saber por ejemplo si habrá períodos virtuales como durante una jornada normal y a qué hora comenzarán. Conéctate con los maestros, y mantente al día con la lectura de todos los correos electrónicos relacionados con el tema.

La pandemia es algo que estamos viviendo ahora y las decisiones pueden cambiar de acuerdo a lo que esté ocurriendo con la propagación del virus en tu área.

Si la instrucción será en persona y no estás de acuerdo con que tus niños vuelvan a la escuela en persona, seguramente puedas contactarte con la administración de la escuela para discutir las circunstancias personales y familiares por las cuales no te sientes seguro con las clases en persona.

Si el sistema es mixto, debes pensar de la misma manera. Las circunstancias de cada familia son distintas.

Y siempre debes asegurarte que la escuela cumpla cn las medidas de seguridad recomendadas para que los niños y el personal administrativo y académico estén seguros.

 

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