En efecto, quienes otrora fueron calificados como “héroes de mandil blanco”, (médicos posgradistas), el pasado 15 de septiembre fueron reprimidos con bombas lacrimógenas y toletazos, como vulgares villanos, por parte de la Policía, por haber salido a las calles de las principales ciudades de Ecuador: Quito, Guayaquil y Cuenca para reclamar sus remuneraciones que el gobierno central no les cancela por más de tres meses.
Cerca de 3.500 galenos no acudieron a los hospitales en los que laboran hasta que les cancelen sus haberes pendientes, así como los contratos ofrecidos. A esto se suman los centenares de médicos y trabajadores de la salud que han sido despedidos, en plena pandemia, producida por el Covid-19, por el gobierno presidido por Lenin Moreno Garcés.
La queja de los profesionales no es la única ni reciente. Ellos ya vienen evidenciando su inconformidad por varios incumplimientos, de parte del gobierno, desde hace unos dos meses. Soportan días difíciles porque no tienen el sustento económico que les permita sostener a sus familias. Han realizado varios plantones solicitando a las autoridades de salud les presten atención con la entrega de insumos médicos y equipos de bio protección, toda vez que la gran mayoría de ellos está en primera línea enfrentando a la emergencia sanitaria.
Indignación y repudio causó en la ciudadanía la represión por parte de la Policía en contra de los manifestantes, quienes en forma pacífica reclamaban sus derechos. El criterio mayoritario de la ciudadanía es que el gobierno de Moreno se caracteriza por su insensibilidad social y su falta de empatía frente a las necesidades básicas de su pueblo. La Federación Médica, de su parte, apoya esta medida de sus colegas y acusa a las autoridades de irresponsables.
Los jóvenes dirigentes sostienen que llegaron a este punto tras varios intentos fallidos de dialogar con las autoridades. Insisten que los antes calificados como “Héroes sin capa”, hoy son pisoteados y olvidados por el Gobierno que no les ofrecen ninguna garantía para realizar su trabajo en condiciones de bienestar y con el pago debido.
“Ley Humanitaria Ya”, “Respeto a los médicos Postgradistas”, “No más trabajo Gratis”, “No más abandono”, fueron las frases escritas en carteles con los que protestaban y ante lo cual la Policía reaccionó con virulencia, sin el más mínimo respeto a estos profesionales que arriesgan su vida, día a día, al tratar a pacientes contagiados por el coronavirus, en sus respectivas casas de salud.
Con sus mandiles blancos y sin haber lanzado ni piedras ni palos, los médicos avanzaron por las calles del Centro Histórico de Quito para tratar de llegar al Palacio de Carondelet, a fin de acompañar a sus dirigentes que iban a sostener una audiencia con la ministra de Gobierno, María Paula Romo y otras autoridades sanitarias para encontrar soluciones ante a esta medida de hecho. Sin embargo se encontraron con decenas de vallas que no les permitían el paso hacia su destino. Asimismo, fueron repelidos con gas pimienta y puntapiés, como que fueran vulgares delincuentes. Existen decenas de videos que testifican lo señalado.
Estas manifestaciones se replicaron en Cuenca, donde en los exteriores del Hospital Vicente Corral Moscoso, los médicos colocaron los mandiles en el cerramiento de la casa de salud. En Guayaquil, entre tanto, cerca de 200 posgradistas se concentraron en los exteriores de la Universidad de Guayaquil y avanzaron hasta el edificio Joaquín Gallegos Lara, arengando consignas en favor de sus demandas.
POSIBLES SOLUCIONES
Mientras esto sucedía en las calles, los delegados de la Asociación Ecuatoriana de Médicos Posgradistas se reunían con la ministra de Gobierno y el viceministro de Salud, Xavier Solórzano. Al respecto, Luis Granja, dirigente postgradista informó que “se ha firmado un compromiso o preacuerdo, pero el documento oficial saldrá el viernes, 18 de septiembre”. Añadió que las medidas de hecho no se han levantado, excepto para los profesionales que laboran en las áreas críticas como Emergencias y Cuidados Intensivos.
Entre las demandas que formulan los profesionales están el cumplimiento efectivo de la disposición octava de la Ley de Apoyo Humanitario, donde se incluye que los médicos postgradistas que presten servicios durante la emergencia del Covid-19 serán considerados “médicos en funciones hospitalarias en formación y suscribirán un contrato de servicios ocasionales”.
Santiago Zúñiga, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Posgradistas (ASEMP) adelantó que otra de las aspiraciones es una remuneración por un monto de USD 1676 mensuales, con el compromiso de un pago retroactivo desde julio. Además, la creación de un reglamento para el cumplimiento de la Ley de Apoyo Humanitario. Otra solicitud apunta a que los becarios hagan sus prácticas en la misma ciudad donde residen toda vez que la mayoría son padres o madres de familia.
Estas y otras aspiraciones serán analizadas en una mesa integrada por representantes de varias instituciones gubernamentales.
Karla Calle, otra dirigente indicó que existen dos grupos de posgradistas, los autofinanciados y los becados que suman un total de 3.500, el primero debería recibir una mensualidad de USD 1.676 y el segundo USD 500 pues la diferencia se compensa con las becas, esto más la seguridad social.
La denominación de posgradistas se asigna a quienes están migrando del tercer al cuarto nivel de estudios, una vez que han alcanzado su doctorado.