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De dudas está plagado el camino hacia el dólar digital en Estados Unidos

Los responsables de la política monetaria de Estados Unidos están acariciando la idea de un dólar digital, siguiendo la corriente de las autoridades financieras de la Unión Europea y de China, quienes desde hace algunos meses se encuentran trabajando en las versiones virtuales de sus respectivas monedas: el euro y el yuan.

De acuerdo con lo señalado por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, “la creación de un dólar digital podría ser beneficiosa para la economía de Estados Unidos”. Además, agregó que está en conocimiento de que la Reserva Federal (FED) está analizando tal medida.

Se ha señalado insistentemente la ventaja que tienen las monedas digitales versus las criptomonedas. Las primeras cuentan con el respaldo de los bancos centrales de sus países de emisión, los cuales son los encargados de velar por la estabilidad financiera. En el caso de los tokens, estos no están anclados al valor de una moneda de curso legal, sino que están sujetas al precio que marquen la oferta y la demanda. En caso de algún inconveniente, no tienen el soporte de alguna institución legal que responda. Su base principal: la confianza.

Las monedas digitales permanecen en soportes electrónicos, sin necesidad de poseer cuentas bancarias y además son aceptadas como formas de pago por varias empresas. Esta última condición también comienza a verse en el caso de las criptomonedas.

Ahora bien, en lo que respecta a la creación de un dólar digital, la funcionaria estadounidense destacó que aún hay mucho que considerar en aspectos inherentes a la protección de los consumidores. “Tenemos un problema de inclusión financiera, ya que una gran cantidad de estadounidenses no poseen realmente acceso a sistemas de pago vinculados a su cuenta bancaria, por lo que quizá un dólar digital, podría ayudar a mejorar su situación”.

Sin embargo, aún persisten serias dudas acerca de la efectividad o no del dólar digital. Además de que toma tiempo su desarrollo -en el caso del euro digital se calcula que este podría ver la luz en un plazo aproximado de cinco años- habría que evaluar cuál sería su impacto para el sistema financiero.

Si lo que se quiere es resolver problemas de manera inmediata, pues sería con soluciones inmediatas y no con productos que pueden demorar unos cuantos años más en comenzar a ser utilizados. También persisten inquietudes acerca de la forma en la cual se podrían gestionar los problemas de financiamiento ilícito y blanqueo de capitales.

En lo que respecta al Bitcoin, Yellen consideró al token “extremadamente ineficiente”, ya que frecuentemente es empleado para actividades ilícitas y es un activo “altamente especulativo”. También expresó su preocupación ante las posibles pérdidas que los inversionistas pudiesen tener.

Así que por lo que se vislumbra, el “nonato” dólar digital aún tiene muchísimas trabas en su camino hacia su aparición en el panorama económico norteamericano.

 

 

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