El fin abrupto de la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, se debió al desacuerdo en torno a lo que cada país estaba dispuesto a conceder y aceptar.
«Fueron las sanciones», declaró el presidente Trump en una rueda de prensa en Hanói, tras el inesperado final de la reunión.
«Querían que se levantaran todas las sanciones y no podíamos darles eso», dijo.
Según Trump, Kim Jong-un hizo una oferta significativa: desmantelar todo el complejo de Yongbyon, la instalación de investigación y producción que está en el centro de su programa nuclear.
Pero el presidente de EE.UU. consideró que eso no era suficiente para responder con un levantamiento de las sanciones.
Yongbyon es la única fuente de plutonio de Corea del Norte de la que se tiene conocimiento. Pero en su rueda de prensa, Trump dejó entrever que la red de producción nuclear va mucho más allá.
¿Qué tiene de especial Yongbyon?
El reactor IRT-2000 es el más pequeño y antiguo en la instalación de Yongbyon. Se completó en 1965 bajo supervisión de la entonces Unión Soviética y originalmente se usó para enriquecimiento de uranio de bajo grado para fines científicos y para producir isótopos médicos.
Hasta 1973, la URSS proveyó las barras de combustible para operar el reactor, pero Corea del Norte luego lo convirtió en un productor de uranio altamente enriquecido.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha tenido acceso ocasional al reactor, dependiendo de la disposición norcoreana para permitir inspectores.
Mientras que el reactor no puede producir mucho material fisil para las necesidades de Corea del Norte, hay preocupación de que podría producir isótopos como tritio o hidruro de litio utilizando el laboratorio de producción isotópica cercano.
Unos pocos gramos de tritio pueden ser incorporados a una ojiva nuclear para incrementar su eficiencia, permitiendo el diseño de un misil más pequeño y ligero.
Los analistas creen que el país tiene por lo menos dos instalaciones más donde se puede enriquecer uranio.
El presidente Trump dijo que cuando abordó el tema de una segunda instalación de enriquecimiento, aparte de Yongbyon, la delegación norcoreana se «sorprendió» por lo que EE.UU. conocía.
En la cumbre se esperaba que los dos mandatarios anunciaran progresos en torno a las desnuclearización de Corea del Norte.
Stephen Biegun, el representante especial del Departamento de Estado para Corea del Norte, dijo que Corea del Norte se había comprometido en conversaciones previas a la cumbre a destruir todas las instalaciones de plutonio y enriquecimiento de uranio, a cambio de medidas no específicas de parte de EE.UU.
Desde el punto de vista del presidente Trump, los norcoreanos «no fueron capaces de entregar las áreas que queríamos», por lo que EE.UU. no pudo comprometerse a relajar las sanciones.
«Algunas veces te tienes que alejar de la mesa y esta fue una de esas ocasiones», afirmó Trump antes de partir hacia Washington.
No obstante, se fue con un tono optimista: «Continuaremos trabajando y veremos».