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Crueldad Contra Caballos, Perros y Gatos en Puerto Rico

Recientemente el Congreso de los Estados Unidos de Norte América enmendó una ley prohibiendo las peleas de gallos en los territorios americanos. Esto incluye a Puerto Rico e Islas Vírgenes. Esta acción del congreso fue en respuesta al cabildeo hecho por la Sociedad Protectora de Animales Nacional llamada “Humane Society”.

Cuando miramos esta acción arbitraria que afecta un poco la economía de la isla podemos pensar que algunos congresistas llevan a cabo los cambios a la ley actual si les da un beneficio a los ciudadanos que representa. En este caso no se puede ver ningún beneficio específico.  Solo se ha dado la excusa de que el cambio a la ley sirve para proteger los gallos que se matan y se hacen daño peleando. O sea, el cambio a la ley convierte a las peleas de gallos un delito federal con la excusa de que es una crueldad contra animales.

Por décadas en la isla de Puerto Rico ha tenido sobre 300 mil perros realengos sufriendo abusos, hambre y maltrato. Nunca se ha puesto en efecto la ley federal y estatal existente para proteger estos animales. Nadie ha viajado a Washington D.C. para pedir ayuda en relación con los caballos, los perros y gatos abandonados de la isla que mueren todos los días en la carretera.

Últimamente, en la isla se ha proliferado la crianza de caballos en los residenciales públicos. Todos los días se puede observar los caballos amarrados en las verjas de los parques, los edificios y hasta en las escuelas que han cerrado las cuales ahora son establos clandestinos sin regulación alguna. Los caballos se ven flacos, golpeados, enfermos, con sed, hambrientos y amarrados al sol todo el día.  Eso si es una crueldad contra los animales que nadie protege ni habla por ellos.

Si usted visita cualquier pueblo de Puerto Rico podrá ver que los parques públicos de pelota cercanos a los residenciales públicos, se han convertido en centros de crianza de caballos totalmente algarete con los caballos sin identificación, inspección de salud o dueño.

De estos caballos que se usan para transportar substancias controladas en algunas instancias nadie se acuerda en el capitolio local o en el Congreso de los Estados Unidos de América.

Todos son ciegos y cómplices de la situación cruel de caballos donde hay una posibilidad de propagación de enfermedades contagiosas por causa del excremento de caballo en todos lados. Los caballos y vacas sueltas en Puerto Rico han causado accidentes de transito y hasta muertes. Cuando van a buscar los dueños, todo el mundo es ciego y sordo.

Nadie se atreve por temor a represalias de los dueños de los caballos.  Los alcaldes, senadores y representantes no dicen nada por temor a perder votos de la gente que vive en los residenciales. La policía no le ve el sentido de arrestar a nadie y tomar el caballo debido a que no hay un sistema de control para estos animales. Los representantes del departamento de salud tampoco van a poner la ley y orden por contaminación por miedo a que el líder del punto de drogas le pegue un tiro.  Sin embargo, los funcionarios del departamento de salud van a los restaurantes y multan hasta el gato todos los días. Esto da la apariencia de una doble vara de justicia donde el que obedece la ley paga y el que no la obedece no paga.

Es una realidad que no hay policías suficientes en Puerto Rico para arrestar a nadie. Esto es debido a que se han ido más de 1200 policías de la fuerza.  Ahora menos se podrá hacer cumplir la ley de abuso de animales. Para los que no saben, la ley es la #154 del 2008. Esta ley regula los casos de maltrato contra animales. Se llama  “La Ley Para Bienestar y Protección de Animales”.

Los funcionarios locales miran para el lado y esperan que el otro resuelva el problema.  Se culpan unos a otros, pero no hacen nada al respecto.

Los residenciales públicos se crearon como vivienda transitoria para personas que venían del campo a trabajar a la ciudad. Los caseríos públicos no son sitios para criar caballos y para poner el peligro a los niños de contraer enfermedades. Tampoco son sitios para cabalgatas y desorden publico con miles de caballos corriendo por donde quiera tirando excremento.

Según la ley federal y estatal, los caballos deben ser registrados y cuidados debidamente.  El FBI anunció recientemente que iba a hacer cumplir la ley de crueldad contra animales y las peleas de gallos. Le invitamos a que tambien haga cumplir la ley en los 322 residenciales públicos de la isla eliminando la crianza y maltrato de caballos que existe actualmente.

La Lay Federal es la Animal Welfare Act de 1966.  En específico es la “Horse Protection Act de USDA/APHIS/AC. Les invitamos a que llame a los federales al 970-494-7478 y mencione la situación de crueldad de caballos en Puerto Rico.  También llamen al Humane Society nacional al 866-720-2676 para que cabildeen a favor de los caballos también.  Envíen fotos y videos de la crueldad que existe actualmente en su vecindad. Todos en las agencias locales son ciegos y sordos, pero si usted ayuda, tendremos acción.

Ya que los federales van a hacer cumplir la ley, entonces deben seguir sus requisitos relacionados con la transportación, venta y manejo de animales, que estén limpios, con agua, comida y en una temperatura apropiada.

Hemos sido testigos donde transportan caballos en una guagua pickup pequeña con el rabo del caballo por fuera y tambaleándose. Tambien los hemos visto muertos de sed en la calle.

La vara de la ley federal es para los dos lados, para gallos, para perros, para gatos y hasta para los chupacabras si encuentra uno maltratado.

 

 

 

 

 

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