Guía de alergias alimentarias para el regreso a la escuela: Lo que los padres deben saber

(BPT) - Los niños pasan entre 800 y 1,100 horas en la escuela cada año. Para las personas con alergias alimentarias, ese momento conlleva riesgos...



(BPT) - Los niños pasan entre 800 y 1,100 horas en la escuela cada año. Para las personas con alergias alimentarias, ese momento conlleva riesgos adicionales. Desde comidas en la cafetería hasta meriendas en el salón de clases, el riesgo de exposición a una alergia alimentaria es una preocupación diaria.

Y con razón: los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) estiman que 1 de cada 13 niños —aproximadamente dos por salón de clases— se ven afectados por alergias alimentarias. De ellos, el 42% ha experimentado al menos una reacción alérgica grave, conocida como anafilaxia. Para los niños en riesgo, incluso una breve exposición puede ser potencialmente mortal.

¿La buena noticia? Con la preparación adecuada, usted puede ayudar a su hijo a controlar las alergias alimentarias con cuidado y constancia. Descubra cómo educar, planificar y comunicarse con confianza con el personal de la escuela y otros padres para apoyar a su hijo durante el año escolar.

La sensibilización y la educación son fundamentales

¿Qué es una alergia alimentaria? En pocas palabras, es una reacción alérgica que ocurre después de comer un alérgeno alimentario. El sistema inmunológico de su cuerpo responde erróneamente a un determinado alimento como si fuera un germen dañino, provocando una reacción alérgica.

Las alergias alimentarias más comunes en los niños son a los cacahuates, los frutos secos, la leche, el huevo, los pescados y mariscos.

Una reacción alérgica grave afecta dos o más órganos del cuerpo —la piel, los pulmones, el estómago y/o el corazón. Los síntomas pueden incluir:

  • Urticaria en la piel, a veces en varias partes del cuerpo
  • Dificultad para respirar, sibilancias, tos repetitiva
  • Opresión en la garganta, ronquera, dificultad para tragar
  • Hinchazón de la lengua, labios o garganta
  • Malestar estomacal como calambres abdominales, diarrea o vómito
  • Cambios en la presión arterial
  • Pálido, débil, mareado, confundido

La epinefrina es el único medicamento que puede detener la anafilaxia. Se debe administrar lo antes posible. Recuerde la regla: "Epinefrina primero, epinefrina rápido".

10 consejos para un año escolar seguro

Aquí hay 10 tareas esenciales para ayudar a garantizar que su hijo con alergias alimentarias se sienta seguro, apoyado y parte de la comunidad escolar.

  1. Programe un chequeo médico para el regreso a la escuela. Obtenga formularios de medicamentos actualizados, recetas de epinefrina y un plan de cuidados de emergencia. Analice si las nuevas terapias contra las alergias alimentarias —como las biológicas— podrían ofrecer protección adicional en caso de una exposición accidental.
  2. Reúnase con el personal de la escuela. Averigüe sobre las adaptaciones para las alergias alimentarias en la cafetería y el salón de clases. Revise el plan de emergencia. Esto es especialmente importante si su hijo comienza a estudiar en una nueva escuela.
  3. Enséñele a su hijo a mantenerse seguro. Ayude a su hijo a reconocer los signos de una reacción alérgica y a comprender cuándo y cómo pedir ayuda. Asegúrese de que su hijo sepa a quién recurrir y qué medidas tomar en casos de emergencia.
  4. Prepárese para el primer día de clases. Envíe todos los formularios de salud escolar requeridos, entregue la epinefrina de su hijo y comparta una copia del plan de cuidados de emergencia.
  5. Empaque comidas y meriendas seguras para personas alérgicas. Asegúrese de que su hijo/a sólo coma lo que sea seguro basándose en sus restricciones dietéticas.
  6. Planifique las meriendas y comidas para eventos especiales. Confirme las políticas de la escuela relacionadas con los horarios para merendar y las comidas durante las excursiones escolares. No es recomendable compartir alimentos.
  7. Asegúrese de que el acceso a la epinefrina sea fácil. Averigüe si la escuela tiene epinefrina en sus instalaciones, dónde se guarda y si el personal está capacitado para administrarla en caso de emergencia. Recuerde que la ley permite que su hijo/a tenga en su poder un dispositivo de epinefrina.
  8. Aborde el tema del acoso escolar y la exclusión. Hable con su hijo y enséñele a alzar la voz si lo están excluyendo, molestando o acosando debido a sus alergias alimentarias. Anímelo a hablar con una persona adulta de confianza.
  9. Mantenga siempre una buena comunicación con su hijo. Adquiera el hábito de preguntarle a su hijo cómo van las cosas en la escuela o si tiene alguna dificultad para controlar las alergias alimentarias.
  10. Manténgase en contacto regular con la escuela. La comunicación entre el hogar y la escuela es clave. Mantenga a los maestros, las enfermeras escolares y al personal informados sobre cualquier cambio en la salud o necesidades de su hijo/a.

Las alergias alimentarias no tienen por qué ser un impedimento para un año escolar seguro y divertido. Con un poco de planificación y trabajo en equipo, usted puede ayudar a su hijo a prosperar dentro y fuera del salón de clases. Para obtener más información, herramientas y recursos, visite RedAlergiayAsma.org.



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