Quién no conoce a la bella Alejandra Espinosa, reina entre las reinas. Una joven ejemplo de superación que gracias a su arduo trabajo ha logrado ganarse el cariño sincero de los televidentes, quienes la ven como la hija que les gustaría tener. Y es que la co-animadora de Sábado Gigante se ha crecido entre las grandes, superándose cada día más para llegar a obtener sus metas.
Sencilla, humilde, sin poses, una chica positiva que sabe lo que quiere y que sueña con formar una familia con varios hijos junto a su esposo el coreógrafo puertorriqueño Aníbal Marrero, que también labora en Univisión.
A pesar de sus múltiples compromisos, Alex, como cariñosamente la llaman sus amigos, no descuida su rol de esposa asegurando que hasta aprendió a cocinar comida puertorriqueña y que se encuentra súper enamorada de su marido. En una agradable plática nos contó sobre el amor, su matrimonio y a quien admira.
¿Tú significado del Amor en todo el sentido de la palabra?
Es comprensión, entendimiento, muchas vece la gente malinterpreta el amor o el estar enamorado. Tengo dos años de casada y todavía cuando Aníbal sale de viaje, (por dos días) al regresar siento maripositas en el estómago de la emoción. Sin embargo, soy consciente de que llegarán 10 años de matrimonio y no lo voy a sentir de la misma manera. Entender que el amor se transforma y que cambia. Que no es igual cuando tienes un año de casada a cuando cumples 15 de matrimonio. Cuando te sientes segura de eso, tu relación llega a mucho.
¿Crees que sea la razón por la que tus padres hayan durado tantos años?
Fíjate, mis padres nunca se casaron. Digo, se casaron por lo civil en el 2002 cuando mi papá estaba arreglando los papeles para nosotros y necesitaban estar legalmente casados, por esa razón. Y después de 40 años de estar juntos, ahora en febrero 8 piensan tener su boda. Nos sorprendieron a decírnoslo el año pasado, nosotros como hijos estamos emocionados y como si fuera la boda de cada uno (10 hijos) se meten en los planes, a ofrecer opiniones. (Se ríe) Y no es así, porque ese es su momento de disfrutar, después que han visto la mayoría de sus hijos casados.
¿Cómo te conquistó Aníbal?
Siendo él mismo. Aníbal es de esas personas que existen muy pocas. Lo conocí en Nuestra Belleza Latina, de primera instancia me llamó la atención pero me quedé normal, ambos teníamos pareja y como estaba en una relación en ese momento no me llamaba la atención nadie. Al terminar el concurso nos mudamos mi mejor amiga, Elizabeth y yo a Miami. Comenzamos a salir y Aníbal se convirtió poco a poco en nuestro GPS, (nos reímos de su ocurrencia) nos recomendaba sitios que podíamos frecuentar, casi siempre por teléfono.
De repente un día salimos en grupo y también Elizabeth y Aníbal, fue ahí como que comenzó a tener forma. Me encantaba su forma de ser, súper atento, caballero, no tan sólo conmigo sino también con mi amiga. Su personalidad me llamaba mucho la atención y poco a poco cuando menos lo esperaba, me doy cuenta que estaba súper enamorada de él. Lo menos que yo deseaba era meterme rápido en otra relación después de haber terminado la anterior, quería tiempo para estar sola, mudarme y establecerme, pero yo misma me sorprendí.
¿Qué es lo más que admiras de tu marido?
Como pocas personas Aníbal es capaz de dejar todo lo que tiene y lo que es por mí. Me sorprende y me asusta con las cosas que me dice, soy su prioridad, no existe absolutamente nada más y esa prioridad para mí vale mucho.
¿A quién admiras?
Te va aparecer un poco cliché, pero te digo la razón. Admiro muchísimo tanto a mi papá como a mi mamá. Todos saben que vengo de una familia humilde, que a lo mejor económicamente no tuvimos medios para hacer o tener muchas cosas materiales, pero sin embargo yo admiro la maña, porque fue maña, de mis padres al hacernos sentir rico cuando no teníamos nada. El hacernos sentir que no nos faltaba nada cuando no teníamos ni tan siquiera unas tennis para ponernos.
Hasta hoy en día, cuando de repente le hablo a mi papá sobre algún comentario de televisión o alguna decisión que tengo que tomar, me parece increíble cómo me da siempre los mejores consejos. No hay ninguna otra persona, ni tan siquiera mi esposo que me dé tan buenos consejos como él.
Mi familia siempre ha estado conmigo, cuando chiquita estaban ahí y me hicieron sentir que no me faltaba nada y ahora todavía me hacen sentir que puedo apoyarme en ellos, que todavía puedo pedirles consejos, preguntar, hay veces que hasta me sorprenden.
¿No se pone celoso Aníbal con Pedro Moreno o con otros?
No, no, para nada, es una persona muy segura. Nos reímos de la situación. No hay nada que suceda alrededor de mi persona que no sepa o viceversa. Nosotros platicamos todo el tiempo como novios. Cuando estoy de camino a casa de Univisión, que son 45 minutos, todo el camino hablamos muchísimo por teléfono. Nada lo toma por sorpresa.
¿Cómo piensas celebrar el Día de San Valentín?
No sé, de pronto me toca trabajar. Alrededor de esta fecha es el Premio lo Nuestro y Nuestra Belleza Latina por lo que Aníbal se encuentra ocupado. No puedo molestarme porque es parte de su trabajo. A lo mejor vamos a cenar afuera o me toca cocinar. Lo que celebramos en grande es nuestro aniversario.
¿Tú sabes cocinar?
Cocino delicioso, bien rico, aunque casi nunca tengo tiempo para hacerlo. Tanto puertorriqueño como mexicano. Lo primero que aprendí a cocinar puertorriqueño fue el Corned Beef con papa frita, nunca lo había probado y me gustó muchísimo.
¿Cómo se compenetran a la hora de tomar decisiones?
Cuando se trata de mi persona, Aníbal me ofrece los pro y contras, la herramientas necesarias para que pueda tomar una buena decisión pero al final es solo mía. Me permite equivocarme y si lo hago, asegura que no pasa nada. Cuando es él, lo mismo. Eso es parte del matrimonio, tener a una persona que te apoye, te haga el camino más fácil, pero te deja escoger tu decisión.
¿Algún mensaje que te gustaría decirle a tu esposo ese día?
Siempre se lo digo, que lo amo muchísimo, que es el mejor hombre del mundo, que Dios no me pudo poner mejor persona a mi lado. Y que pienso cumplir 100 años a lado suyo.
