El día 6 de noviembre fue un día histórico donde mucha gente fue a las urnas para seleccionar a su candidato para el Senado y Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos de Norte América en comparación con años anteriores. El presidente Trump ya mencionó que estaba contento porque su partido republicano obtuvo la mayoría del Senado y casi casi gana la Cámara de Representantes.
Según los resultados publicados por la pagina The Guardian, https://www.theguardian.com/us-news/ng-interactive/2018/nov/06/midterm-elections-2018-live-results-latest-winners-and-seats la cámara de representantes obtuvo 221 votos demócratas y 196 republicanos. También estados como Michigan, New York, Wisconsin, California y Minnesota eligieron gobernadores demócratas.
Todos hemos sido testigos de la caravana de legisladores cacheteros de Puerto Rico que volaron a Florida, Nueva York, Nueva Jersey y otros estados para respaldar y a movilizar a los puertorriqueños que se fueron de la isla para que salieran a votar por sus candidatos preferidos.
A esto le añadimos el cachete, la comelata y la bebe lata que se hace durante estos días de juerga que llevan a cabo los legisladores y la comisionada residente de Puerto Rico.
De Puerto Rico se fue hasta el gato a pasar unos días de maravilla y en campaña por candidatos de USA mientras la isla continúa hundiendose en la miseria y sus problemas siguen como una bomba de tiempo.
Pero en realidad, ¿En que les beneficia a los puertorriqueños que salgan electos estos candidatos en el Congreso de los Estados Unidos? Podemos enfáticamente contestar esta pregunta sinceramente con dos palabras; EN NADA.
Todos los Boricuas han sido engañados si se comen el cuento de que Puerto Rico será estado 51 si eligen a un candidato del Senado y la Cámara del Congreso los Estados Unidos. La isla con la deuda que tiene de 70 mil millones jamás podrá ser un estado de la nación americana. Al ser estado, Puerto Rico ya no podrá participar como país en las Olimpiadas y el Inglés sería el idioma oficial.
El presidente Trump le tiene la mirilla puesta al gobierno de Puerto Rico y hasta los ha acusado de tramposos e ineptos. Eso es un factor que no nos permite que seamos estado en buen tiempo.
Los puertorriqueños deben despertar del sueño que les venden los candidatos para que le den el voto. Los políticos tienen que mentir para poder seguir en el guiso de las legislaturas con sueldo y beneficios buenos mientras la gente humilde está perdiendo su seguro médico y sus pensiones.
Para ser estado 51, el congreso de USA tiene que dar el permiso. Ahora mismo el senado está dividido más que nunca y el presidente está en contra de la idea.
Lo que sí anticipamos es un golpe de estado por la Junta de Control fiscal cuando seleccionen nuevos miembros un par de meses. Podrán ver como los Estados Unidos toma posesión del gobierno de Puerto Rico creando una sindicatura que arregle el desmadre que existe al momento.
Así que no le crea las mentiras a los legisladores y personas que prometen la estadidad. Eso es un disparate que puede tomar décadas si es que pasa algún día.