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VENEZUELA EN LA CRESTA DEL OLEAJE

“Lo  que no debemos admitir es que se dé una intervención militar en Venezuela porque el costo sería enorme para el pueblo, en relación con la pérdida de vidas. Las bombas no caerían sólo sobre las cabezas de los chavistas, las bombas matarían a todos. En ese sentido los efectos serían devastadores para América Latina y Ecuador”, sostuvo el ex- diplomático de Ecuador que cumplió varias misiones en distintos países entre ellos Venezuela, Dr. Ramón Torres Galarza.

Definitivamente, la crisis política- económica venezolana es un tema recurrente que se aborda en los diferentes escenarios de la vida cuotidiana de nuestro país, a partir de diversas lecturas que el fenómeno conlleva. Más aún cuando constatamos que a los venezolanos/as ya forman parte del mapa demográfico de Ecuador. Los encontramos en cualquier lugar del país, laborando en todas las profesiones y oficios en los que  ellos puedan desenvolverse.

Las causas de esta migración son varias y no me corresponde calificarlas sino recurrir al conocimiento y análisis de personas enteradas del tema para que nos brinden elementos y líneas de comprensión de este fenómeno. En esta ocasión invité al ex- embajador ecuatoriano, Ramón Torres Galarza, quien se expresó en los siguientes términos:

El  15 de febrero se celebraron 200 años del Congreso de Angostura, en el que el Libertador Simón Bolívar habló sobre la importancia de la Unidad Latinoamericana y la Patria Grande. Al parecer esos principios han quedado en el olvido para dar paso al quebrantamiento del Derecho Internacional.

De hecho ha habido una violación a esos principios constitutivos. Ha existido un uso político, económico, militar y comercial de esos principios que fueron acordados en momentos maravillosos de conjunción, de intereses por la integración, la soberanía, la independencia. Hoy a 200 años, se pretende desintegrar un momento excepcional de convergencia de las naciones, gobiernos, pueblos y culturas que decidieron vivir en convivencia regional, en espacios, en tiempos, en lugares comunes de encuentro.

La humanidad al crear las Naciones Unidas, la OEA y otros organismos, gestó un gran logro, pero, el uso político y  los intereses geoestratégicos, hizo que ese tipo de organismos hayan sido pervertidos desde intereses privados-corporativos, ajenos al interés de las naciones, las sociedades o Estados.

Por lo que, ahora, vivimos momentos de violación del Derecho Internacional y de principios de creación de la integración regional. Precisamente, la crisis de los modelos de integración es lo que afecta, planetariamente, a todas las formas de integración. Tenemos gravísimos problemas de convivencia humana, de interacción, de migración, de intolerancia, de machismo, de xenofobia, violación de derechos económicos, ambientales  y culturales. En medio de este caos debe volver a surgir como hace 200 años, la Carta de Jamaica, un nuevo momento en que la humanidad expresa el interés por la libertad, independencia y soberanía. Qué bueno sería lograr que con el pueblo norteamericano tengamos niveles de coincidencia, identidad y acuerdos comunes, respecto a las nobles causas de la humanidad.

Lamentablemente, en este momento lo que existe en Norteamérica, Europa y otros lugares del planeta son formas de gobierno de corporaciones privadas que no representan el interés de los pueblos, que no piensan desde su corazón ni del cerebro, sino, desde sus bolsillos. En relación de ese interés corporativo, organizan las intervenciones económicas, comerciales, culturales y religiosas para disolver los Estados en favor de sus intereses.

-El 3 de febrero, el gobierno de Uruguay convocó a una reunión al Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, en el que participaron representantes de la Unión Europea. Ahí se tomaron resoluciones importantes, empero, hubo dos polémicas como el hacer un llamado a Nicolás Maduro para que convoque a elecciones presidenciales, a la brevedad posible; y, que facilite la entrada de la “ayuda humanitaria” a ese país.

-Prácticamente, hubo dos cónclaves internacionales que correspondían a diferentes intereses: el primero fue del Grupo de Contacto creado por ciertos países europeos que constituyen el grupo hegemónico de la UE. Este Grupo reprodujo la lógica de injerencia, de intervención, incluso del chantaje y de exigencia no sólo al gobierno legítimo y elegido constitucionalmente en Venezuela, sino al pueblo venezolano, en el sentido de que se convoquen inmediatamente a elecciones presidenciales.

Ese mecanismo de injerencia, de nuevo colonialismo, en pleno siglo XXI es inadmisible. Cómo así Europa, cómo así la España que demostró que existe un pueblo español dispuesto a cambiar la correlación política al desconocer al Presidente español, ahora,  pretende dar clases de democracia a América Latina. Pero lo mismo podemos afirmar respecto de Francia, cómo es posible que su Presidente Emmanuel Macron, representante de la neo- derecha francesa intente decirnos cómo terminar con las  inequidades sociales, cuando en Francia, en este momento, existen las más graves condiciones que niegan la existencia del Estado de bienestar francés.

Ningún país europeo, peor, ciertos países árabes, aliados a los EU, donde no existe democracia, no existen derechos para las mujeres, donde existe el exterminio de los derechos humanos, tienen derecho de cuestionar la democracia venezolana, peor, obligar a un país a renunciar a su propia forma democrática, que evidentemente tiene límites, problemas severos, en alimentación, salud, violación de derechos humanos, corrupción, burocratismo; empero ninguna de esas causas justifica una injerencia económica, política y militar que  lleve  adelante un golpe de Estado en Venezuela.

Pero a la par de este Grupo de Contacto existió la iniciativa de convocar por parte de México, Uruguay, Bolivia y 16 países que conforman el CARICOM, (países Centroamericanos y del Caribe) a un diálogo inmediato entre las partes en conflicto, a una negociación, la elaboración de compromisos y la implementación de mecanismos que se establecen en cualquier acuerdo. Esos cuatro componentes obligan a las partes a encontrar los mecanismos adecuados para que sea el pueblo venezolano el que encuentre la solución y la salida democrática a esta crisis.

Hay que remarcar que esta crisis ha sido generada por el boicot económico, la guerra comercial y porque Venezuela, en estos veinte años, ha estado sitiada, acosada, en relación con intereses imperiales, fundamentalmente, intereses geo estratégicos sobre sus recursos naturales.

-El Grupo de Lima, conformado por 12 países Latinoamericanos se ha alineado con las políticas de Washington, por lo que estarían dispuestos a apoyar en todo lo que los Estados Unidos les propongan, incluido una intervención armada en Venezuela.

Detrás de algunos de los países que se denominan Grupo de Lima existen intereses económicos, políticos, militares, comerciales e ideológicos. Ellos se han alineado con la política exterior injerencista y militar de los EU, y esencialmente con la Alianza del Pacífico. Con esta alianza comercial y presentada como organismo de integración, se busca que muera la UNASUR, la ALBA, la Comunidad Andina, la CELAC, el MERCOSUR. Esta característica  de alineamiento estratégico  de esos países hace que el proceso de desintegración en América Latina y El Caribe esté operando, pero, las consecuencias de aquello nos lleva a preguntarnos, qué va a suceder en América Latina si no tenemos una hegemonía económica regional, qué va a suceder si es que  América Latina siempre va a ser una región mirada como proveedora de productos, bienes y servicios, en relación con una demanda que las economías imperiales requieren.

El caso de México es excepcional ya que nos permite observar cómo el cambio político y con el triunfo de López Obrador, México vuelve su mirada al Caribe y América Latina para que represente nuestros objetivos comunes de integración y unidad.

-La actual estrategia de los Estados Unidos es instalar en el imaginario ciudadano que el consenso de la “comunidad internacional” solicita su presencia en Venezuela.

Quisiera precisar algunas cosas: no creo que sean los EU, tampoco el pueblo norteamericano, ni siquiera es el gobierno en su conjunto. Son los intereses de ciertos funcionarios y del actual presidente norteamericano. Es evidente que esos sectores no representan los intereses del pueblo norteamericano, sino, representan intereses de corporaciones privadas que intentan dominar al mundo. Esa particularidad alude a que existen  dentro de la democracia norteamericana pensadores y críticos excepcionales como Bernie Sanders o Noam Chomsky que postulan una relación no imperialista, no de dominación, no de conquista, en relación con otros países.

Es evidente la fractura que dentro del Partido Demócrata existe respecto con esos intereses de dominación, representados también por una fracción del Partido Republicano. Es increíble ver cómo esas contradicciones se reflejan, por ejemplo, en el  tema de la exigencia que hace el presidente Trump para construir el muro no solo con México sino con el sur. Y el efecto terrible para la economía norteamericana que generó el cierre parcial del gobierno, miles de millones de dólares en pérdidas, despidos, en fin problemas que afectaron la economía norteamericana.

Para los latinoamericanos es importante comprender que debemos preservar y cuidar nuestros vínculos con el pueblo norteamericano. Debemos pensar en lugares de encuentro y de visiones compartidas con los norteamericanos. Esto  es esencial, superar viejos dogmas, viejos fanatismos que pensaban que los problemas de América Latina son producidos por los EU. No, los causantes son los intereses corporativos.

-Existen otras modalidades para castigar al pueblo venezolano aparte de la retención de sus reservas monetarias en bancos europeos y norteamericanos, la incautación del dinero de las ventas petroleras y  la manipulación ideológica a través de los medios de comunicación.

-Desde hace 200 años, Venezuela vive, convive y aún mantiene una sobre dependencia de la matriz petrolera. En Venezuela, el Estado y la cultura venezolana tienen una dependencia del  rentismo petrolero. El efecto de la dependencia no tiene que ver solamente con el chavismo, es antes, es durante y va a ser después. Esta particularidad hizo que no se desarrollen suficientemente los sectores productivos, se pierda la cultura del trabajo agrícola y se  dependa solamente de la industria petrolera. Esos importantes recursos se destinaron para satisfacer demandas de un consumismo brutal que tuvo el pueblo venezolano, ajenos a una estabilidad económica, racional y sostenible.

En los 20 años del chavismo, a pesar de los esfuerzos que se hicieron, no se logró romper la dependencia del petróleo. El inicio de la actual crisis sucedió cuando los países liderados por el interés geoestratégico del gobierno norteamericano desestabilizaron el precio del petróleo y los comodyties,  afectando esencialmente la economía venezolana y de los países productores de petróleo, en todo el mundo. Eso hizo trizas el modelo que en Venezuela permitía extraer recursos  y generar factores de distribución de la riqueza en Venezuela.

También, es necesario recordar que los logros del proceso bolivariano fueron importantísimos, Venezuela aún sigue siendo el país menos inequitativo de AL. Muestra indicadores positivos  en relación con la educación superior universitaria, ha construido la mayor cantidad de viviendas en toda la región. Pero, ahora,  los efectos de la crisis y de la dependencia son innegables: hay hambre, carestía, pobreza, migración, factores de corrupción y de burocratización, ligados al boicot económico por parte de las potencias imperiales; Adicionalmente con estos datos de la realidad y los límites del proceso venezolano, ha sido diseñada y aplicada una  estrategia insurreccional continuada durante 20 años, con varios intentos fallidos de golpe de Estado. Esa estrategia apela al malestar, al desconcierto, la incertidumbre, la caotización y la neurosis que produce en el pueblo las carencias. Esas características hacen que surja una guerra sicológica,  otra  modalidad de golpe sicológico contra el pueblo. Con esto se trata de convencer al pueblo venezolano que la solución es el golpe de Estado para derrocar a Nicolás Maduro o justificar una intervención militar abierta o encubierta con la denominada «ayuda humanitaria».

En este tema ya tenemos experiencias históricas que “en nombre de la libertad, del libre mercado y de la democracia” se destruyeron Libia, Irak, Siria, Afganistán y Yemen. Luego que  Estados Unidos intervino en todas esas economías.

-¿En el caso de que, lamentablemente, se dé una intervención armada qué ganarían los Estados Unidos y sus aliados?

Una intervención militar supone el control territorial, político, económico, de un Estado, de una nación, de una cultura. Evidentemente, el interés respecto de Venezuela tiene que ver con sus recursos naturales: quién controla sus recursos, quién tiene la propiedad sobre esos recursos, quién puede comercializarlos, quién puede explotarlos. Venezuela posee el 40% de reservas petroleras probadas en el mundo, los EU tiene el 2%. Venezuela tiene reservas que le permiten seguir extrayendo petróleo por los 50 años, los EU en los próximos cinco años. Detrás de esto existe un interés geo estratégico de quién controla esos recursos naturales.

De igual manera Venezuela está ubicada en la región del Caribe que es el área más próxima para proveer productos, bienes y servicios provenientes de la industria petrolera al mercado norteamericano. Es mucho más complejo para los EU comprar, por los costos de transporte, a los países árabes. Además, Venezuela está ubicada en un lugar de diversidad geológica lo que ha hecho que posea importantes recursos naturales como  oro, agua, coltan, diamantes, etc. Esta serie de recursos geoestratégicos motivan el interés de una intervención militar, precisamente, en el momento que existe en el mundo una guerra comercial y económica para un nuevo posicionamiento geopolítico, geoestratégico y geoeconómico, entre los EU la China y entre EU y Rusia.

-¿Hasta qué punto resistiría Venezuela una invasión armada?

Esta es una perversa especulación, pero, lo que sí debo  decir es que en Venezuela hay memoria de que este pueblo luchó por la independencia y por la soberanía de toda Latinoamérica, de ahí surgió el pensamiento bolivariano. Chávez al crear su proyecto político fue muy visionario porque planteó la unidad cívico- militar. Las fuerzas armadas, asumieron la doctrina bolivariana del Libertador, como parte de su doctrina militar, quien no conoce o quien intenta estigmatizar esa relación desconoce este antecedente, fundamental, del proyecto político bolivariano. De ahí que, el pueblo venezolano tiene características muy interesantes para resistir una invasión militar

-¿Cuáles serían las consecuencias históricas de Lenin Moreno y su gobierno al reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela?

-Es triste comprobar que el alineamiento estratégico de nuestra política exterior hoy no representa la integración de los pueblos, no representa los intereses comunes en relación con América Latina. Las consecuencias serán que, lamentablemente, Ecuador contrariando los principios del Derecho Constitucional ecuatoriano que consagra la vocación por la integración latinoamericana, hoy opte por desintegrarnos, opte por una política injerencista, y no por el diálogo, opte por una política que no reconoce a Venezuela como un aliado sino como un enemigo.

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