Plazuela de los Sapos, lugar preferido por los coleccionistas.

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La Plazuela de los Sapos es una explanada rodeada por viejas casonas típicas virreinales de románticos balcones y fachadas imponentes haciendo gala de sus portones, convertidas en bazares de antigüedades donde se ofertan diversos tipos de antigüedades, verdaderas obras de arte rescatadas del diván del pasado, elegantes muebles rústicos y una gran cantidad de artículos antiguos.

Ahí mismo podrás encontrar en esas hermosas casonas, restaurantes para disfrutar de la exquisita gastronomía poblana y bares con música en vivo.

Durante la fundación de la ciudad de Puebla, el río de San Francisco o de Almoloya, fue de suma importancia, ya que permitió que se instalaran varios molinos de trigo. El barrio era conocido como Barrio de los Sapos, debido a que sufría encharcamiento e inundaciones por las lluvias y fomentaba la proliferación de estos animales, Se encuentra ubicado en las avenidas 3 Oriente y 7 Oriente sobre la 14 Sur y colinda con el boulevard 5 de Mayo.

En esa misma Plaza de los Sapos, sobre la 7 Oriente, existió una plaza de toros que se construyó en 1849 en el paraje conocido como la casa y huerta de Chapitel. Más tarde fue construida otra plaza de toros en la 3 Poniente y 11 Sur, para distinguir estas dos plazas, a la primera se le llamo plaza de toros San jerónimo.

Durante el asedio que sufrió Puebla en los meses de octubre y noviembre de 1856, por el movimiento conservador, encabezado por Miramón y Orihuela contra el gobierno de Comonfort, las fuerzas liberales se apoderaron de la plaza de toros San Jerónimo, y los sitiados trataron de quemarla, sin lograr su objetivo. Es probable que el edificio haya sufrido nuevos embates, por lo que se decidió demolerlo en 1867. La madera que se rescató sirvió para la construcción del Teatro Guerrero, ubicado junto al pasaje del Ayuntamiento, (actualmente Teatro de la Ciudad).

Desde 1731 se tiene referencia del Callejón de los Sapos, según una casa ubicada en la parte sur, que era propiedad del convento de San Jerónimo, y que estaba situada a dos cuadras hacia el poniente del lugar.

La tortuosidad del callejón, así como la irregularidad de la plazuela se deben a que la acequia del molino del Carmen pasaba por ellos. Hoy día se nota aún su existencia, por la elevación del jardín de la plazuela, en la cual, en 1785, se plantaron árboles, para llamarla alameda de los Sapos.

El nombre de Plazuela de los sapos fue empleado por primera vez en 1780. En 1796 fue denominada Plazuela de San Jerónimo, para convertirse, en el siglo XIX, en la Plaza de Mata, debido a la vecina calle del mismo nombre.

En 1816, con el fin de que se descongestionara la plaza principal (zócalo), se decreto que allí se estableciera un mercado un día de la semana. Paso el tiempo, y a principios del siglo XX la plaza fue llamada Jardín de Máximo Serdán. Hoy recuperó su antiguo nombre y es conocida como Plazuela de los Sapos, lugar donde los anticuarios poblanos ofrecen sus mercancías. Un pionero en este rubro es Don Salvador Macías, a quien el sitio permitió el desarrollo de su profesión, así como el impulso de la fabricación del mueble rústico y el nacimiento de los tradicionales y característicos bazares de la ciudad.

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