EL PELIGRO RONDA EN FRONTERA ECUADOR- COLOMBIA

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El glisofato se disemina en el agua de los ríos afectando a la alimentación de los habitantes, flora y fauna de esta zona

Un grupo de científicos y académicos le dirigieron una carta pública al mandatario ecuatoriano, Lenin Moreno Garcés y al presidente electo, Guillermo Lasso,  en la que le dan a conocer su postura ante la posibilidad que se reinicien las aspersiones  áreas  del herbicida glisofato en la frontera norte entre Ecuador y Colombia, con la finalidad de erradicar los cultivos ilícitos;  actividad que a decir de los denunciantes producen letales  consecuencias tanto en la salud de los habitantes de esta  zona como al medio ambiente.  Suscriben la carta reconocidos y respetados científicos  y académicos del país como Jaime Breilh, Elizabeth Bravo, Arturo Campaña y César Paz y Miño. Aquí su contenido:

“Quito, 27 de abril del 2021

Señor Presidente Lenin Moreno Señor Presidente Electo Guillermo Lasso

Quienes fuimos designados en el 2007 para formar una Comisión Científica que evalúe los graves daños ocasionados desde entonces por el sistema de aspersiones aéreas del llamado “Plan Colombia”, que fuera implementado por el gobierno del país vecino como método para erradicar los cultivos ilícitos de la frontera, mediante dicha peligrosa medida, nos dirigimos a ustedes, apelando a su expresado criterio de proteger la salud y la vida de nuestras colectividades, para recordar en bien del país, los resultados que nuestros estudios arrojaron sobre la extensa afectación humana y ambiental de una medida irresponsable, implementada sin criterio científico ni una ética humanística.

Ustedes con seguridad conocen que las preocupantes evidencias científicas sistematizados por nuestra comisión, acerca de los múltiples impactos destructivos ocasionados sobre las comunidades y ecosistemas de nuestra franja fronteriza Norte, no solo fueron publicados y circularon internacionalmente,  sino que fueron acogidos y respaldados por el Rapporteur de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Salud, Paul Hunt .

Sobre esa base la Corte Internacional de Justicia dispuso que el Gobierno Colombiano aceptara reparar los daños provocados y ofreciera una compensación a nuestro gobierno para que pudiera cubrir algunos costos de dicha reparación. En ese año aún no se habían completado las investigaciones sobre la peligrosidad del herbicida glifosato que se aplica en el paquete de dicho sistema de aspersión, pero ahora ya se han completado las evidencias sobre el carácter tóxico de dicho químico e incluso su denuncia internacional como un cancerígeno.

Sobre la base de tales antecedentes es nuestra obligación ética expresar a ustedes nuestra seria preocupación ante la inminente reanudación del PROGRAMA DE ERRADICACIÓN DE CULTIVOS ILÍCITOS POR ASPERSIÓN AÉREA (PECIG) con glifosato en el país vecino para la erradicación de cultivos ilícitos.

En nuestro trabajo la Comisión estableció: El paquete químico utilizado por Colombia estaba compuesto por glifosato + los coadyuvantes POEA y Cosmoflux 411 y eventualmente otros herbicidas, incluido uno biológico que parasita los cultivos. 1 Ávila R., Bravo E., Breilh J., Campaña A., Paz y Miño C., Peñaherrera L y Valencia J. 2007. El sistema de aspersiones aéreas del Plan Colombia y sus impactos sobre el ecosistema y la salud en la frontera ecuatoriana. Quito: Manthra Editores, p.150 2 El informe del Rapporteur está disponible en https://undocs.org/A/HRC/7/11/Add.3 *

En nuestros estudios pudimos establecer que, por causa de la deriva, dicho paquete químico penetró al territorio ecuatoriano, por el aire, contaminando además el agua y el suelo y provocando daños en la salud humana y en los sistemas ecológicos de la frontera. Luego de varias inspecciones y rigurosos estudios en diversas áreas fronterizas pudimos constatar que las aspersiones afectan a la salud de la población fronteriza, incluyendo irritación en la piel y las mucosas, trastornos gastrointestinales, alergias, alteraciones durante la división de las células y en sus cromosomas, afectaciones psicológicas.

Hoy creemos que todas estas dolencias podrían exacerbarse por causa de la pandemia del COVID-19. Constatamos además daños en los cultivos y en la cría de animales, pues el paquete herbicida contaminó la cadena alimentaria y acuática; así como a la biodiversidad y los ecosistemas en general. Se produjo además, problemas sociales relacionados con el desplazamiento interno.

En definitiva, comprobamos que la intención plausible de contener la amenaza de los cultivos ilícitos, se pretendió contener con una medida casi tan grave como el mal anotado. Las nuevas evidencias científicas tanto nacionales como internacionales sobre la nocividad de las aspersiones ratifican nuestra posición de rechazo a esta metodología de erradicación, por las afectaciones que éstas producen, y porque vulneran el derecho humano a la salud, a una alimentación adecuada y a un ambiente libre de contaminación, así como los derechos de la naturaleza.

Además, incumplen el Principio de Precaución reconocido en la Constitución de ambos países y por organismos internacionales como las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, las recomendaciones de la Oficina del Alto Comisionado de derechos Humanos y el Convenio sobre Diversidad Biológica.

Con estos antecedentes, alertamos a la comunidad nacional e internacional sobre estos hechos y solicitamos a ustedes, presidente saliente y electo, y se dignen exhortar al Gobierno de Colombia para que, en observancia del principio de precaución, suspenda tal medida: Se respete la franja de 10 kilómetros entre las dos fronteras, para evitar afectaciones en el territorio ecuatoriano.

Se solicite al gobierno colombiano los planes de manejo para evitar daños en el territorio ecuatoriano relacionados con el PROGRAMA DE ERRADICACIÓN De CULTIVOS ILÍCITOS POR ASPERSIÓN AÉREA (PECIG), en el campo ambiental, de salud, agrícola y en la biodiversidad ecuatoriana”.

Los Estados tienen la obligación de preservar la salud de sus habitantes brindándoles un ambiente sano.